“Ni Checheré”

“Ni Checheré”

“Ni Checheré”

Rafael Chaljub Mejìa

El nuevo Código Penal ya fue aprobado por el Senado, y ante las denuncias que se han hecho, considero una soberana irresponsabilidad guardar silencio y favorecer que todas estas gravísimas cosas que se están denunciando se consagren formalmente como ley.

Parece que no hay gran cosa qué hacer para evitar lo que el conservadurismo y la mentalidad reaccionaria ya tienen decidido. Aún así, hay que pronunciarse. Así sea como un desahogo. Y, porque la maldad no se cura sino con decirla, dijo Martí.

El Senado rechazó las tres causales del aborto y así, en nombre dizque de la defensa de la vida, esa institución contribuye a aumentar la cantidad de muertes. Porque abortos que bien pudieran hacerse por la ley y con atenciones médicas apropiadas, ahora se van a practicar en la clandestinidad con todos los riesgos que eso implica.

Ese código, tan inflexible frente a las tres causales, se muestra tolerante y condescendiente frente a autores de delitos tan repugnantes e inhumanos como la violación.

Mucho más, cuando ese crimen se cometa bajo la sombra protectora de la religión. La iglesia no tendrá que responder como institución por la conducta depravada de ninguno de sus pastores y la víctima, dejada a su suerte y desprotegida por esa misma iglesia, tendrá que cargar con la desgracia que ese pastor violador le provoque.

Por otra parte, el padre o la madre que manden a un hijo al hospital a causa de una paliza, no serán castigados si no le comprueban que ya le haya dado unas cuantas palizas anteriores.

En estos tiempos de proclamada lucha contra la corrupción, el nuevo Código Penal, lejos de consagrar ese crimen como un delito eterno, le pondría un límite de veinte años para que sus autores gocen de plena impunidad y disfruten del resultado de su robo.

Esos son apenas algunos de los tantos aspectos que están siendo impugnados. Bastan para convencerse de que, en vez de hacerle un ambiente cada vez más hostil a la delincuencia, aquí se le está haciendo más propicio. Y desde la cuna de las leyes. ¡No nos salva ni Checheré!

Este código irá ahora a la Cámara Baja y luego a la Presidencia de la República para su final promulgación. Ojalá en ese trayecto aparezca la suficiente conciencia para evitarle al país la puesta en vigencia de una legislación tan monstruosa como esa.