Al menos 45 personas murieron, entre ellas mujeres y niños, y decenas resultaron heridas tras un ataque israelí en un campo de refugiados cerca de Rafah, en Gaza, según comunicó el Ministerio de Salud gazatí, controlado por Hamás.
Videos tomados en el lugar -en el sur de la Franja de Gaza- mostraron una gran explosión e intensos incendios. Las autoridades palestinas creen que la cifra podría ser aún mayor.
El ejército israelí afirmó que llevó a cabo un ataque aéreo dirigido contra un complejo de Hamás en la zona en el que murieron dos de sus dirigentes y dijo que estaba «investigando las circunstancias de las muertes de civiles en el área».
El lunes, el primer ministro israelí, Benajmin Netanyahu, calificó lo ocurrido como un «trágico accidente» y resaltó que está en marcha una investigación para determinar lo que pasó.
La Media Luna Roja informó que sus ambulancias trasladaron a un «gran» número de heridos a la clínica Tal as Sultan y hospitales de campaña en Rafah, donde apenas quedan centros médicos operativos, y que «numerosos» civiles quedaron atrapados por las llamas que dejó el ataque contra una zona poblada por tiendas de campaña donde se refugian desplazados por la guerra unos dos kilómetros al noroeste de la ciudad de Rafah.
Según el Ministerio de Salud de Gaza, el ataque impactó en una zona designada como de protección humanitaria y alejada de donde se han producido las operaciones militares recientes.
Pero el ejército israelí dijo que utilizó armas de precisión contra «objetivos legítimos».
Imágenes de video mostraron instalaciones temporales en llamas junto a un cartel que decía «Campamento kuwaití de la Paz 1» y a efectivos de emergencia y civiles transportando cadáveres.
Abed Mohammed al Attar le dijo a Reuters que su hermano y su cuñada murieron en el bombardeo.
«El ejército israelí miente. No hay seguridad en Gaza, ni para un niño, un anciano o una mujer», denunció.
«Estábamos sentados a la puerta de casa tranquilamente. De repente, oímos el sonido de un misil», dijo Fadi Dukhan, testigo del ataque.
«Corrimos y nos encontramos la calle cubierta en humo», expuso Dukhan, que contó que él y otros vieron a una niña y un joven que habrían muerto en el ataque.
Qatar, que ha desempeñado un papel clave de mediación entre Israel y Hamás, advirtió que el ataque podría obstaculizar los esfuerzos de negociación para alcanzar un alto el fuego y un acuerdo de intercambio de rehenes en Gaza.
Las autoridades egipcias informaron que investigan otro incidente en el que murió uno de los miembros de sus fuerzas de seguridad en un intercambio de disparos con soldados israelíes en la frontera con Gaza.
El ejército israelí dijo que estaba en comunicación con las autoridades de Egipto en relación con un incidente con disparos.
El ejército israelí identificó a los dirigentes de Hamás muertos como Yassin Rabia, responsable de los grupos de combatientes en la Cisjordania ocupada, y Khaled Nagar, acusado de organizar y perpetrar ataques mortales contra soldados y civiles israelíes.
«Antes del ataque se tomaron una serie de medidas para reducir el riesgo de dañar a civiles no implicados, lo que incluyó vigilancia aérea, el despliegue de municiones de precisión por la Fuerza Aérea e inteligencia adicional», dijeron los responsables militares israelíes en un comunicado.
«De acuerdo con estas medidas, se evaluó que no habría daños inesperados a civiles no implicados», continúa el comunicado.
«La Fuerza Aérea lamenta cualquier daño a civiles no implicados durante el combate».
Avi Hyman, portavoz gubernamental israelí, le dijo a la BBC que «por los informes iniciales parece que de algún modo se desató un incendio que, tristemente, se ha cobrado otras vidas».
La ONG Médicos Sin Fronteras informó que durante la noche llegaron a uno de los puntos que atiende en Rafah 15 cadáveres y decenas de heridos.
Una vocera de la Agencia de Naciones Unidas para la Ayuda a los Refugiados Palestinos declaró que estaban teniendo muchas dificultades para comunicarse con sus equipos en el terreno en Rafah.
«Lo que sabemos es que ha habido un incidente grave cerca de uno de nuestros edificios más grandes en el noroeste de Rafah. Hablamos de que decenas de personas han muerto y otras muchas han sido heridas», le dijo a la BBC.
Cohetes contra Tel Aviv
Horas antes del ataque israelí contra el campo de refugiados, Hamás había lanzado ocho cohetes desde Rafah hacia Tel Aviv, la mayor ciudad de Israel, en el primer ataque de este tipo desde enero.
Los habitantes de Tel Aviv tuvieron que ponerse a cubierto cuando comenzaron a sonar las sirenas de alerta de bombardeo en el centro de la ciudad.
Ocho cohetes fueron interceptados por sistemas de defensa aérea o cayeron en el campo, según informaron las autoridades israelíes.
Aunque no se reportaron heridos, el ataque recuerda la amenaza que Hamás supone para los civiles israelíes.
Hamás dijo que el ataque sobre Tel Aviv fue la respuesta a la «masacre de civiles» palestinos por parte de Israel.
La ofensiva militar israelí en Rafah continúa, a pesar de que la Corte Internacional de Justicia dictaminó el viernes que debe detenerse y a los llamamientos de Estados Unidos al gobierno israelí a que evite el castigo a los civiles que se han refugiado en esta área en el sur de Gaza de las bombas en el resto de la Franja.
Aproximadamente 1,5 millones se habían refugiado allí del combate en otras partes de Gaza, según Naciones Unidas.
El ejército israelí continúa su avance hacia el extremo sur de Gaza para expulsar a Hamás de lo que llama su «último gran bastión». Afirma que algunos de los rehenes israelíes que tomó Hamás en su ataque del 7 de octubre se encuentran allí.
La nueva jornada de violencia llega antes de nuevas negociaciones de alto el fuego entre Israel y Hamás, que se espera que se reanuden esta semana.
La campaña militar de Israel en Gaza comenzó después de que hombres armados liderados por Hamás atacaran Israel el 7 de octubre, dejando alrededor de 1.200 personas muertas y llevándose como rehenes a 252.
Casi 36.000 palestinos han muerto en la guerra desde entonces, según el Ministerio de Salud de Gaza.
Varios países árabes han condenado el mortífero ataque y muchos otros pidieron una intervención internacional inmediata para detener los ataques israelíes contra Gaza.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se declaró «furioso» por lo ocurrido y reiteró su llamada a un alto el fuego en Gaza. «Estas operaciones deben detenerse».
En una declaración publicada en X, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar consideró el ataque israelí como una «grave violación del derecho internacional» que agravará «la crisis humanitaria del campo de refugiados».
También Egipto instó a Israel a «cumplir con sus obligaciones legales como potencia ocupante e implementar la reciente orden de la Corte Internacional de Justicia de detener su operación militar en Rafah».
«Este trágico ataque es una continuación del daño contra civiles desarmados y una política sistemática destinada a ampliar el alcance de la matanza y la destrucción en la Franja de Gaza, haciéndola inhabitable«, dijeron las autoridades egipcias.
En un comunicado difundido por la agencia estatal de noticias Petra, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores jordano calificó las acciones israelíes de «crímenes de guerra que la comunidad internacional debe afrontar».
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