Nery Brenes perdió una batalla pero ganó la guerra de su tobillo

Nery Brenes perdió una batalla pero ganó la guerra de su tobillo

Nery Brenes perdió una batalla pero ganó la guerra de su tobillo

Polonia.-Perdió su corona mundial y no pudo subir al podio tras quedar último ayer en la final de 400 metros, pero el costarricense Nery Brenes logró en el Mundial de atletismo bajo techo demostrar a todos y a sí mismo que ha vuelto a la élite tras una operación de tobillo.

Brenes pasó por quirófano en febrero de 2013 para tratar esa dolencia en el tobillo izquierdo, debida a una vieja lesión que le provocó una rotura parcial de ligamento y que le había impedido correr al 100% en los Juegos Olímpicos de Londres-2012, donde el limonense cayó en primera ronda.

El año 2013 fue muy difícil para él y llegó contrarreloj al Mundial al aire libre de Moscú, donde no superó las semifinales, evidenciando que todavía le quedaba camino para la recuperación.

Esa operación en el tobillo marcó un antes y un después en su carrera. En el antes, el mayor éxito de su carrera, el título mundial en pista cubierta en Estambul-2012 con un tiempo de 45.11, y el después esos meses de lucha para poder volver a una final, tras superar brillantemente dos rondas en Sopot-2014.

Fue sexto y último en esa final, pero el balance que hizo fue positivo, por todo lo que significaba estar de nuevo luchando contra los mejores tras la etapa más complicada de su vida deportiva.

«No voy a mentir. No estoy igual que hace dos años. La gente no entiende que una cirugía de tobillo no es un simple desgarro. No es algo que se va a quitar de la noche a la mañana», había explicado a la AFP tras la semifinal del viernes, rebajando la euforia pese a haberse ganado un lugar entre los seis mejores de su prueba.

En esa semifinal tuvo que hacer frente a más adversidades, tras un mal inicio que le dejó en serios apuros y que supo remontar con lo que él denominó, con humor, «la suerte del campeón«.

Todo para llegar a una final que no fue cómo él esperaba, pero donde estar ya era un premio tras lo mal que lo había pasado. «No entiendo qué ha pasado. Son cosas que pasan, pero ahí hay un digno campeón (el checo Pavel Maslak). Tengo que estar contento, me he dado cuenta de que estoy en una gran forma y sólo me queda seguir trabajando», dijo tras correr en 47.32, un crono relativo ya que en los últimos metros, con todo perdido, bajó la intensidad. Pero no fue la primera vez que la gacela tica renacía de sus cenizas.

También tuvo un año 2009 muy complicado por las lesiones y el Mundial de atletismo bajo techo de 2010, en aquel caso en Doha, le permitió igualmente reengancharse a la alta competición, con un meritorio cuarto puesto.

En sus agradecimientos siempre están su esposa y su hijo, sus grandes apoyos en los peores momentos del pasado año.

De ellos se acordó especialmente después de su meritoria actuación en Polonia, por todos los malos momentos compartidos y por todos los buenos que espera que estén por venir, ahora que por fin está de nuevo en forma.



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