Los trabajadores levantan el árbol de Navidad del Rockefeller Center 2019 en su lugar en el Rockefeller Center Plaza en Nueva York, Nueva York, EE. UU., 9 de noviembre de 2019. EFE
Nueva York.- Cientos de neoyorquinos recibieron este sábado con entusiasmo y aplausos al abeto de Noruega que arribó al Rockefeller Center para ser su árbol de Navidad este año, y que será encendido el 4 de diciembre.
Ese esperado evento marca tradicionalmente el inicio oficial de la Navidad en la gran manzana y acuden cada año miles de personas, tanto neoyorquinos como turistas, que esperan horas en el lugar para no perder ese momento con el que tal vez sea el árbol más famoso del mundo.
El árbol, que fue el centro de atención este sábado y objeto de vítores y decenas de fotos, llegó al centro comercial en Manhattan, frente a la catedral San Patricio, tras recorrer 96,5 kilómetros desde el patio del hogar de Carol Schultz, de 79 años, al norte del estado.
El abeto, el número 88 que se coloca en el Rockefeller Center, fue plantado por la mujer poco después de haberse mudado a la villa de la Florida, en el condado de Orange, desde donde hizo el recorrido de dos horas.
Schultz recordó que el árbol medía cuatro pies (1,2 metros) cuando llegó a su hogar en 1959. Inicialmente lo colocó sobre una mesa de café en su hogar y luego lo sembró frente a su casa ese año, hasta que fue cortado el pasado jueves.
El pequeño árbol se convirtió en un robusto abeto de 77 pies de alto (23,4 metros) y 14 toneladas y ha hecho realidad el sueño de su dueña de que fuera elegido para decorar el Rockefeller Center. Schultz ya había postulado el árbol en el 2010.
“Resultó ser un árbol magnífico. Es tan hermoso, tiene una forma perfecta y estoy feliz de compartirlo con todos”, dijo Schultz a la prensa local, tras acompañar al abeto en su viaje a la ciudad.
“Parece mucho más alto aquí que en casa, no puedo creer que estuviera en mi patio. Me alegra que todos puedan ver cuán hermoso es”, afirmó con orgullo.
El gigantesco abeto será decorado con más de 50.000 luces de colores y coronado con su estrella de Swarovski para el encendido y estará allí hasta el 14 de enero recibiendo a sus visitantes.
El primer árbol de Navidad que quedó instalado en el lugar fue colocado en 1931 por trabajadores de la construcción en el sitio donde se estaba levantando el Rockefeller Center.
La primera ceremonia formal del encendido de las luces se desarrolló en 1933, y la tradición se ha mantenido desde entonces con algunas variaciones.