New York.-El comisionado adjunto Dan Halem y el negociador principal del sindicato de jugadores Bruce Meyer, se reunieron ayer cara a cara de manera «informal” en Nueva York.

Fue la primera vez desde que el comisionado Rob Manfred anunció la cancelación del Día Inaugural el pasado martes que los representantes de los dos lados se reúnen en persona.

Después de nueve días de conversaciones en Florida, los negociadores regresaron a casa el miércoles después de que se rompieran las negociaciones en la fecha límite del martes de Manfred para un acuerdo para preservar el Día Inaugural. No estaba claro en ese momento cuándo se volverían a encontrar las partes.

El noveno paro laboral del béisbol llegó el jueves a su día 92 y es el primer conflicto laboral del deporte que causa la cancelación de juegos desde la huelga de 1994-95 que eliminó la Serie Mundial por primera vez en 90 años. Números puros y otras cosas adicionales son la causa de la disputa.

Los jugadores han acusado a los equipos de manipulación generalizada del tiempo de servicio y están furiosos por el aumento del número de clubes en reconstrucción de MLB, que el sindicato llama ‘tanking’ o perder a propósito. Asuntos como el tamaño y el formato de la postemporada también se han vuelto divisivos, pero el impuesto de lujo puede ser el tema más difícil.

MLB propuso aumentar el umbral de impuestos de $210 millones a $220 millones en cada una de las próximas tres temporadas, $224 millones en 2025 y $230 millones en 2026.
Manfred citó un “problema de disparidad en la nómina” el martes.

Inconformidad

— Tranque
El sindicato ha expresado su deseo de reprogramar los juegos cancelados; Manfred indicó el martes que eso no sucedería, y la posibilidad de prorratear el pago y/o el tiempo de servicio en función de los juegos perdidos.