SANTO DOMINGO.-La Navidad es una de las épocas más esperadas del año en República Dominicana. Es tiempo de reencuentros familiares, tradiciones, celebraciones, abundancia gastronómica y brindis que simbolizan unión y alegría.
Sin embargo, también es un período en el que se incrementan las consultas médicas por intoxicaciones alcohólicas y alimentarias, descompensaciones de enfermedades crónicas y emergencias prevenibles. Disfrutar de estas festividades no debe estar reñido con el cuidado de la salud; por el contrario, hacerlo con responsabilidad permite vivirlas plenamente y sin consecuencias lamentables.
Según Deborah Cabreja González, médico gastroenterólogo internista, la prevención es la principal herramienta para evitar intoxicaciones alcohólicas y alimentarias durante las celebraciones. En cuanto al alcohol, la galena recomienda consumirlo con moderación, alternando siempre con agua y evitando ingerirlo con el estómago vacío.
Es importante recordar que el exceso no solo afecta el sistema digestivo, sino también el sistema nervioso, el hígado y el corazón.

Normas de higiene
Mientras que, respecto a los alimentos, afirma que deben consumirse preparados adecuadamente, bien cocidos y conservados bajo normas correctas de higiene, y se debe evitar ingerir alimentos que hayan permanecido por tiempo prolongado a temperatura ambiente, especialmente aquellos que contienen mayonesa, carnes, mariscos o lácteos y al comer fuera del hogar, elija establecimientos que cumplan con buenas prácticas sanitarias.
Refiere que los “platos tradicionales de la época como pasteles en hoja, cerdo asado, ensaladas cremosas y postres navideños, si bien forman parte de nuestra cultura, deben consumirse con prudencia, ya que el exceso de grasas, azúcares y lácteos puede provocar malestares gastrointestinales como distensión abdominal, diarrea y cólicos”.
La especialista del centro Docamed, recuerda que la clave está en la conciencia y el autocontrol. No se trata de prohibir, sino de establecer límites, pues evite mezclar diferentes tipos de bebidas alcohólicas y defina previamente cuántas consumirá. En cuanto a la alimentación, procure servir porciones pequeñas, comer despacio y escuchar las señales de saciedad del cuerpo.
Cuando el consumo de alcohol supera la capacidad del organismo para metabolizarlo, pueden aparecer signos de intoxicación, entre ellos: confusión, desorientación o pérdida del estado de conciencia, náuseas y vómitos persistentes, dificultad o lentitud respiratoria, piel fría, húmeda o con coloración azulada, dolor abdominal intenso y convulsiones.
No te pongas en riesgo
De su lado, la doctora Bianca de Jesús, especialista en nutrición clínica, recomienda que para los pacientes que se han sometido a una cirugía bariátrica, estas fechas requieren una atención especial para evitar complicaciones y preservar los logros alcanzados en su salud.
Destaca que la recomendación principal es priorizar siempre la proteína, mantener el consumo de porciones pequeñas y comer despacio, masticando bien cada bocado.
Es preferible elegir carnes magras como pavo, pollo o pescado, sin piel y quitando las grasas visibles; preparadas al horno, hervidas o a la plancha. Asimismo, es importante evitar el consumo continuo de alimentos durante toda la noche o picoteo y mantener horarios estructurados de comida, tres comidas principales: desayuno, comida, cena y dos meriendas, una a media mañana y otra en la tarde.
Aconseja evitar el consumo de dulces y alcohol, especialmente en el primer año después de una cirugía bariátrica. Señala que “el estómago de un paciente posbariátrico tiene una capacidad limitada.
Comer en exceso o ingerir alimentos muy grasos y azucarados puede provocar náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal y el conocido síndrome de dumping o vaciamiento rápido, caracterizado por sudoración, palpitaciones y malestar general. La clave está en escuchar las señales de saciedad y no forzar la ingesta”.
Eso sí, advierte que el consumo de alcohol no se recomienda, especialmente durante el primer año posterior a la cirugía.
Tras una cirugía bariátrica, el alcohol se absorbe más rápido y en mayor cantidad, aumentando el riesgo de intoxicación, hipoglucemias y daño gástrico. Además, aporta calorías vacías que pueden favorecer la reganancia o perdida insuficiente de peso.
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Erika Rodríguez
Periodista, ganadora del Premio Nacional de Periodismo Turístico Epifanio Lantigua en la categoría Gastronomía y Turismo.