Recurso de amparo interpuesto por la Iglesia Católica en contra de Profamilia y la campaña de educación sexual que difunde a través de los medios de comunicación. Fotos: Carmen Suárez/acento.com.do Fecha: 20/05/2013
Santo Domingo.- Por largos años la Ley Sustantiva que rige la organización del Estado dominicano y derechos de los ciudadanos ha entrado en debate y polémicas, tanto por la clase política como por las organizaciones.
Las diferentes reformas que ha tenido la Constitución dominicana han producido desequilibrios en los poderes del Estado y han desatado una cantidad de posiciones encontradas a favor y en contra de dichas modificaciones.
Cada político que llega a ocupar la Presidencia de la República modifica la Constitución en beneficio de sus intereses y no a favor de la Soberanía y el Estado.
El abogado constitucionalista Nassef Perdomo Cordero dice que esta situación es reflejo de un sistema político que ha alejado la Constitución de la ciudadanía a la que pertenece, «ese es el verdadero problema de fondo”.
“La Constitución dominicana nació con el pecado original del artículo 210 de Santana, este fue el origen de la cultura política que niega la Constitución como un instrumento democrático”, expresó.
Explicó que no hay un estándar para la frecuencia y la cantidad de las reformas constitucionales, ya que es algo que decide el proceso político democrático.
39 reformas
No obstante, explica de las 39 reformas hechas a la Constitución dominicana, la que más se acerca a la democracia es la reforma del año 2010, debido a que se realizaron consultas populares, pero no fueron tomadas en cuenta porque la reforma se llevó a cabo.
Perdomo indica que todos los temas que pasen a formar un proyecto de ley deben jerarquizarse y deben ser discutidos a nivel nacional para saber realmente que reformas se requieren. No obstante, destaca que los partidos políticos han hecho promesas de reformar la Constitución por el voto popular, pero que solo se han quedado en promesas.
“El problema real es que, desde 1962, se les debe a los dominicanos que se producirá una reforma constitucional por la vía de una Asamblea Constituyente elegida por voto popular. Eso lo ha prometido el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD). Y ninguno lo ha cumplido”, manifestó.
El también catedrático, significó que para él la peor reforma fue la de 1928 cuando Horacio Vásquez prolongó su período presidencial por dos años más, para concluir su mandato en 1930 y sin celebrar elecciones estableció un período constitucional de seis años.
“No se trató de una reelección sino de una afirmación de que cuando el pueblo dijo «4 años», en realidad quiso decir «6 años». Esto sentó las bases para la crisis política que dio origen al Trujillato”, concluyó.
