La pelota tiene sus expresiones y un famoso “librito” que nadie ha visto porque no existe… “No se puede botar a los 25 peloteros, hay que sacrificar al manager”, es la más usada de esas frases cuando un equipo se está “descacarando”… Y miren que cosa: para buena suerte del que toma la medida y mala del “licenciado”, el golpe de efecto generalmente funciona, aunque sea por un tiempo limitado…
Eso ha ocurrido en el Licey, donde un voraz “guaraguao” salió revoloteando violentamente de una de sus oficinas el jueves y, no conforme con llevarse a uno, enganchó a dos, sin importarle que le entraran a ¡pedrá” desde los medios…
Pero, y aquí está el bendito pero, el “happy hour” ha funcionado para bien, porque todo el mundo está “pianito” y al día de hoy se puede afirmar a boca llena que “na’e de nadie y lo que hay e’de to’ el mundo” en el torneo, porque están bailando más pegado que como se hacía antes en las “boites”, que eran tan oscuras como tener los ojos cerrados… ¡Oigan las carcajadas de Ricky Ravelo!…
Todos saben que en este país “na’ena”, pero a los que llegaron de otros lugares les cuento que a las 8.00 de la noche del jueves, Audo Vicente todavía era asistente del gerente del Escogido y pertenecía al grupo privado de whatsapp de los directivos con acceso a informaciones privilegiadas de ese conjunto y que par de horas después caminó unos cuantos pasos y se unió al Licey, el “enemigo público número uno” de los rojos…
¿Qué qué pasó? Nada, el Escogido entró en esa y Lidom permitió la vagabundería sin importar lo que piensen los de afuera, porque aquí “na’ena” y del mar pa’ca lo que hay son charquitos… ¡Ofrézcome!