Gaza.-La comunidad internacional condenó ayer un nuevo ataque contra una escuela de la Organización de las Naciones Unidas en el sur de la Franja de Gaza, en el que murieron 10 personas, al tiempo que Israel seguía retirando tropas del enclave palestino.
El ataque aéreo fue dirigido contra una escuela de Naciones Unidas en Rafah, cerca de la frontera con Egipto, que acogía a alrededor de 3,000 refugiados palestinos que se habían quedado sin hogar.
Si bien la responsabilidad del disparo no ha sido oficialmente establecida, el ejército israelí admitió haber disparado contra tres terroristas del Yihad Islámico “que estaban en moto cerca de una escuela de la ONU en Rafah”.
“Las fuerzas de defensa de Israel examinan las consecuencias (del disparo)”, indicó un comunicado del ejército israelí.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, calificó a este nuevo bombardeo de “ultraje moral y acto criminal”, sin asignar explícitamente la responsabilidad del ataque a un bando u otro, pero subrayando que el ejército israelí conocía la ubicación de los refugiados de la ONU en Gaza.
El gobierno de Estados Unidos se dijo horrorizado por el nuevo bombardeo y pidió una investigación rápida y completa.