Los sorteos de jmportados y nativos dejaron al desnudo la razón del pobre desempeño de Licey y Escogido.
Después de Juan Francisco, quien viene de su peor campaña, el resto de jugadores de campo fue seleccionado por ósmosis, nadie resaltó ni tiene garantías de ser titular en su «nuevo equipo». Como gerente nunca dejaría pasar a Francisco, por eso me la gano dando teclas.
En el pitcheo, Esmil Rogers era la pieza más codiciada, pero su participación, además de efímera y condicionada, siempre es una interrogante. Jairo Asencio es un pitcher eventual, mientras que el resto de jugadores sirve para completar rosters.
De los 16 del patio escogidos, 11 son del Licey porque al final las Estrellas estaban obligadas a eligir un escogidista.
Entre los importados tampoco hay del nivel de Kevin Barker o Andy Dirks, para poner sólo dos ejemplos recientes.
Claro, en pelota no se descarta que surja el Jordany Valdespín escogidista de hace un par de años, o el Raúl Valdés aguilucho.
El sorteo de nativos lo trataré en otra entrega, pero el de este año resultó pobre y revelador, no había material atractivo a diferencia del que pueden presentar los cuatro equipos clasificados y por eso están en el ¡Round Robin Cibao-Este!