k

- Publicidad -

- Publicidad -

Muy ocupados…

He notado, al cabo de medio siglo tratando a toda clase de gente por asuntos de trabajo, que usualmente los más exitosos y realmente poderosos poseen en común la decencia y la cortesía de tomar o devolver las llamadas telefónicas, mensajes electrónicos o notas manuscritas.

Podría citar los nombres de los hombres y mujeres que lideran las empresas privadas mas importantes del país, con notables aportes al PIB y a la DGII, distinto a politicos envanecidos por su efímero encumbramiento gracias a un decreto.

Es realmente una gran demostración del dicho citado por Balaguer en su novela Los Carpinteros: “si quieres saber quién es Mundito, dale un mandito”. El poder es un asunto complejo que no mucha gente está emocionalmente preparada para administrar.

He conocido penosos y vergonzosos casos de gente que se torna inaccesible, con capacidad de disponer o negar favores, cumplir compromisos o sabanear a ciudadanos con interés legítimo para contactar algún funcionario.

No me refiero a los conocidos pica-pica de alto vuelo, pues esos por las características de sus negocios gozan de amplio acceso, aunque luego figuren en expedientes judiciales.

Es una real pena que muchas cananas se le peguen al presidente porque subalternos suyos están demasiado ocupados (increíblemente más que él) como si no les alcanzara el tiempo para hacer lo que están haciendo, como si fueran invisibles o invulnerables.

Por eso es quizás una bendición no depender ni necesitar ni buscar negocios gubernamentales, aunque sea fuñésimo incordio estar obligado a procurar diligencias con muchos futuros atletas de campo y pista (por las carreritas inevitables…).

Etiquetas

José Báez Guerrero

Abogado, periodista y escritor dominicano.

Artículos Relacionados

El tiempo pasa…

Amargo porvenir

Guitarra y violín