Santo Domingo.- A Senovia de los Santo hace un año, tres meses y 15 días que su esposo Emilio García le cortó las manos. Este aún está prófugo, por lo cual ella dice que vive con miedo de que su agresor regrese y acabe con su vida.
En el acto de violencia, ocurrido en San Antonio, Yamasá, De los Santos perdió los cinco dedos de su mano izquierda y cuatro de la derecha, por lo que cada día debe batallar para poder realizar tareas básicas como bañarse o sostener un vaso de agua.
A priori, este pareciera ser un caso aislado. Sin embargo, Severo Mercedes, presidente de la Residencia Nacional de Cirugía Plástica Reconstructiva y Estética del Hospital Salvador B. Gautier (Renacip), alerta que las amputaciones de manos por herida de machete son más frecuentes.
Duplican mutilaciones
El presidente de Renacip precisó que los casos de mutilaciones de manos que llegan a ese centro de salud se han duplicado en este año con relación al 2016.
“El pasado año se realizaron ocho reimplantes, pero en lo que va de este año que aún no concluye, ya tenemos 20 casos”, precisó.
Severo explicó que la cirugía reconstructiva tiene como objetivo devolverle la función al órgano lesionado. Para esos fines, realizan dos tipos de trabajos: reimplantes y revascularización.
Explicó que los reimplantes son realizados cuando la mano llega totalmente amputada, mientras que la revascularización se hace cuando el órgano queda unido, “aunque sea por un pequeño segmento de piel”. De los 20 casos de amputaciones o mutilaciones de manos atendidos en el Salvador B. Gautier, 18 correspondieron a hombres y dos mujeres.
Causas comunes
El especialista destacó que el 95 por ciento de los casos ocurre en riñas, en las cuales predominó el uso del machete.
Precisó que el trauma más frecuente de manos es la lesión de punta de dedos. “Cuando se lesiona la punta de un dedo, esa parte del cuerpo está comprometida totalmente”, dijo.
Citó otro problema que ocasiona esos sucesos. Explicó que, además de quedar con las lesiones físicas, la vida de las víctimas se ve más complicada cuando el herido es el jefe de familia, quien en la mayoría de los casos queda inhabilitado para trabajar.
Uno de los tantos ejemplos es el caso de Senovia de los Santos, quien ha quedado incapacitada para conseguir el sustento de su familia. “Mis hijos son los que me ayudan cuando consiguen dinero”, manifestó.
Falta de educación
Otro de los centros de salud que asiste este tipo de agresiones es el hospital Ney Arias Lora, el cual recibió 11 casos de enero a marzo de este año, ocasionados con armas blancas. Amaury García Silverio, director de ese hospital, señaló que tienen registrado tres amputaciones parciales, en las que tuvieron que realizar reparaciones de tendones.
La mayoría de estos hechos ocurre en personas jóvenes. El galeno lamentó que en pleno siglo XXI grupos poblacionales con escaso desarrollo, las diferencias entre las personas, en muchas ocasiones, se resuelvan a machetazos.