4.- Museo Nacional de Historia Natural. El Museo Nacional de Historia Natural de la ciudad de Santo Domingo (MNHN) es una institución de investigación y divulgación científica como muy pocas existen en el país.
Inicia sus gestiones en 1972, con la construcción del edificio que alojaría al Museo Nacional de Historia Natural, sito Plaza de la Cultura, pero no fue inaugurado hasta 1974. En realidad, muchos grandes científicos dominicanos colaboraron para que alcanzara el esplendor que una vez tuvo, aunque ha sorteado toda suerte de crisis y dificultades y no puede decirse que es un museo científico en decadencia.
El Museo abre sus puertas al público con parte de sus exhibiciones en el año 1982, desde entonces ha venido cumpliendo con su misión de contribuir a la preservación de la biodiversidad de la isla (La Hispaniola) y el Caribe Insular, así como al conocimiento y la toma de conciencia de la naturaleza por parte de la comunidad.
Quien visite el MNHN, necesita hacerlo con relativa calma, pues, según se dice va a entrar en el mundo de los seres vivos, que es de lo que se ocupan las ramas de la Historia Natural, o como preferimos decir: la biología. Esta se divide en dos grandes reinos, al cual denominamos Botánica o Fitología, según estudie los vegetales, y Zoología, según estudie a los animales. Para que sea más simple, el Ministerio del Ambiente dispone de la observación de animales y plantas a través del Parque Zoológico Nacional, del Jardín Botánico y de Acuario Nacional. Estas instituciones modernas de nuestra Historia Natural buscan imitar en lo posible las condiciones naturales del hábitat en el cual viven las diferentes especies animales y vegetales, y así pueden cumplir con los cuatro objetivos sustantivos: recreación, educación, investigación y conservación.
El eminente botánico dominicano, el profesor Eugenio de Jesús Marcano Fondeur (1923-2003), que desde el 14 de agosto de 2012 le fue asignado mediante decreto su nombre al edificio del MNHN; fue el primer director científico de la institución.
Inabarcable labor de científico es mencionar de las miles de criaturas animales dentro de un museo de ciencias naturales; y el nuestro en particular. Apenas la podemos apreciar en los distintos departamentos que componen el MNHN: Investigación y conservación, los curadores de la colección de arácnidos, de paleontología, de aves, de mamíferos, entre otros. No olvidaré mencionar a su actual directora, Celeste Mir, designada en el museo desde 2006 hasta la actualidad. Su loable esfuerzo lo demuestra en el trabajo de investigadores que realizan los biólogos del Museo en la revista científica “Novitates Caribea”, que circula ininterrumpidamente dos veces por año, y atestigua de su dedicación y conciencia institucional.
Los museos de historia natural buscan darle al hombre una idea acabada de la naturaleza, poner en claro el enigma del pasado biológico de la humanidad y darle una causalidad a la actualidad científica.
Creo que son las universidades las que no están a la altura del MNHN. En los países europeos, es una tradición empezar el semestre académico con visitas a los museos. En ellos se rectifica la vocación científica.