Museología nacional (2 de 6)

Museología nacional (2 de 6)

Museología nacional (2 de 6)

Wilfredo Mora

2.- Museos antropológicos. Estos se crean para conmemorar la labor de exploradores, arqueólogos, y exaltar la grandeza cultural de la nación. El Museo del Hombre Dominicano es el lugar central del patrimonio arqueológico del país. Creado en 1973, mediante la Ley No. 318. G. O. No. 9266, de fecha 10 de Junio de 1972, en el gobierno del Joaquín Balaguer, sus verdaderas raíces datan durante la tiranía, con la creación del primer Instituto de Investigaciones Antropológicas, según la Ley No. 14-00, de fecha 23 de abril de 1947, G. O. No. 6614. La Escuela Nacional de Antropología, mediante decreto No. 707, G. O. No. 9372, se creó más tarde, el 25 de junio de 1975.

En este punto, deseo comparar al insigne profesor Ralph Linton (1895-1953) con nuestro etnólogo Marcio Veloz Maggiolo, por su revisión del pasado, naturalmente, para ofrecer una respuesta al hombre del presente: la estructura social, proceso cultural y la personalidad (ambos recibieron todos los honores a que podían aspirar un antropólogo). Él fue uno de los precursores del MHD, ayudando a formar a los primeros arqueólogos que trabajaron en el museo.

Tenemos el Comité Dominicano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS, 1983) para definir los términos de nuestros museos; pero la palabra “museo” entraña una institución permanente para conservar, estudiar, valorar, educar al público en un conjunto de elementos de valor cultural. Los institutos de conservación y las galerías de exposición son dependientes de los muesos (como las bibliotecas públicas, las salas de los archivos, los centros históricos). La naturaleza de los muesos se transforma en los llamados parques naturales, que es cuando se dedica la conservación, investigación y comunicación sobre especímenes vivos, sean de la botánica o la zoología, acuarios o viveros.

Al visitar un museo antropológico nuestro ser se colma de manera sensible de la estética y la ciencia que se ha logrado con estudio o con civilización; el pasado que no es contado por la por la historia, y el porvenir de nuestra cultura surge de lo que vemos, lo oímos en los museos.

El MHD se lleva con criterio arqueológico, etnográfico y folklórico; se incluyen colecciones, están los curadores e investigadores, las galerías y exposiciones. Los distintos departamentos técnicos son el anclaje de su organización interna: departamentos de arqueología precolombina, arqueología indohispánica, antropología física, paleobiología, museografía y restauración y de antropología sociocultural.

La finalidad de un museo antropológico es la de enseñar y servir de base a la investigación científica, debe ser “un laboratorio para el antropólogo”.

Ojalá así lo comprendan las nuevas autoridades, incorporando al Museo del Hombre Dominicano, la Escuela Nacional de Arqueología, un organismo de formación de la profesión de Antropología y la Arqueología, que ha sido marcado hace ya mucho tiempo, y nada todavía; y el Instituto de Investigaciones Antropológicas y Arqueológicas, el cual tendrá a su cargo todo lo relativo a las investigaciones en el museo, que estarán localizadas en todo el todo el territorio nacional.

En fin, el MHD debe ser una institución que asesora al Estado en materia de arqueología, antropología cultural y física.



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