SANTO DOMINGO.-Con alrededor de 160 mil especímenes en armarios y exhibición, el Museo Nacional de Historia Natural Profesor Eugenio de Jesús Marcano puede calificarse como uno de los más atractivos y completos de la Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte.
Esta entidad, cuya misión es contribuir al conocimiento, la gestión sostenible de la biodiversidad a través del mantenimiento de colecciones de referencias, las investigaciones científicas y la divulgación de conocimiento para la apropiación de la ciencia, juega un rol de primer orden, especialmente frente al cambio climático.
De ahí que la bióloga Celeste Mir, directora del museo desde 2006, enfatiza que se trata del patrimonio natural del país por ser una muestra representativa de los grupos de fauna y que se preservan como una gran base de datos.
En el museo, construido en 1974 por el presidente Joaquín Balaguer, se encuentran colecciones de animales vertebrados e invertebrados, como son insectos, arácnidos, invertebrados marinos, crustáceos, moluscos, peces, anfibios, reptiles, mamíferos y aves, además de importantes áreas educativa-culturales y de servicios.
Preservación
“Cada grupo de especie tiene su modalidad de preservación, como corresponde algunos en seco, por ejemplo cuando nos referimos a esqueletos, como en el caso de los murciélagos; pieles en el caso de las aves, o conchas si son de moluscos, todo eso es en seco o fósiles e insectos en cajas entomológicas”, detalló.
Citó las colecciones en húmedo, organismos se preservan en alcohol, con sus respectivas base de datos científicos, donde se colectan, fecha, monitoreo de poblaciones, comparaciones, etc. Los insectos son mayor número.
Descripción especies
“Puedo destacar que hay un grupo de especímenes tipo u holotipo, que son especialmente importante, porque cuando un investigador las colecta y describe, las deposita en el museo como referente y se guarda en sitios o armarios especiales”.
Los perezosos
Dentro de las colecciones de fósiles que tiene el museo están los perezosos, una especie de monito trepador (extinguido) de gran atracción en la sala de la Vida.
En el primer nivel del museo, Celeste Mir mostró los gigantes marinos, entre los que está la ballena jorobada, que nace y se aparea en el Santuario de Mamíferos Marinos de Samaná y el esqueleto del manatí Tamaurys, que vivió tiempo en el Acuario Nacional, además del tiburón marino, peces más grandes conocido del mundo.
En la sala Eugenio de Jesús Marcano, a quien se dedicó el museo y reseña su vida, también está la sala del Universo, en proceso de remozamiento; contigua está el planeta Tierra, que describe la composición de la misma y la sala de la Vida.
Otro atractivo es la sala de Ecología que cuenta con importantes representaciones de distintos ecosistemas, aparte de una exposición temporal en la que ponen a disposición del público muestras de fotografías relativas a la naturaleza.
Entre otros espacios que se pueden apreciar en el museo está la sala de Aves, donde se encuentran el barrancolí y área de juego infantil, que atrae tanto a estos como a los adultos.
En un espacio contiguo se encuentra la sala de especies exóticas, es decir, introducidas, como el oso grizzly y el pingüino. que llaman la atención del visitante.
Otra novedad son las observaciones astronómicas mensual que se pueden hacer a través del telescopio orbital que se proyecta en la sala del Universo.
Amenaza especies
— Cambio climático
Como los seres vivos están vinculados al clima, inciden en la fauna y flora. Si una especie se alimenta de insecto y este desaparece es posible se reduzca la población. Por eso crearán sala para exponer efectos calentamiento.