El poeta brasileño Thiago de Mello, una de las principales voces líricas de Brasil y conocido por sus causas en defensa del medioambiente y de su Amazonía natal, murió este viernes a los 95 años en su residencia en la ciudad amazónica de Manaos por razones que no fueron aclaradas.
La muerte del famoso autor de “Los estatutos del hombre” fue confirmada por la editorial Global, que publicaba sus obras, y por el gobernador del estado de Amazonas, Wilson Lima, en mensajes de condolencias publicados en sus redes sociales.
“Es con profundo pesar que lamento la muerte del poeta Thiago de Mello, icono de la cultura nacional, nacido en Barreirinha, en Amazonas. Thiago deja un legado de amor al arte y a nuestras raíces”, afirmó el gobernador en su mensaje.
De Mello, cuya obra fue traducida a más de 30 idiomas, tenía vínculos con varias personalidades de países como Argentina, Chile, Portugal y Bolivia, en donde vivió exiliado tras ser perseguido por la dictadura militar brasileña (1964-1985), entre ellos el ex presidente chileno Salvador Allende.
Una de esas grandes amistades fue con el poeta chileno Pablo Neruda, del que fue el traductor de una de sus antologías al portugués, lo que hizo que el brasileño se convirtiera en uno de los principales invitados para los actos que el Gobierno chileno organizó para conmemorar el centenario de su nacimiento.
Pese a que vivió muchos años fuera del país, incluso sirviendo como diplomático, el poeta nunca olvidó la Amazonía, ni en su obra ni en su corazón, por lo que en las últimas décadas se radicó definitivamente en Manaos.
Su poema más famoso, “Los estatutos del hombre”, un canto a la libertad y a la buena relación de la humanidad con la naturaleza, fue publicado en 1977, en los años más duros de una dictadura a la que se opuso.
“Queda decretado que ahora vale la verdad, ahora vale la vida, y, de manos dadas, marcharemos todos por la vida verdadera”, dice uno de los versos de su obra más famosa.
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Otro de sus poemas, “Está oscuro, pero yo canto- porque la mañana va a llegar”, publicado al año siguiente, fue recientemente homenajeado como la frase título adoptada por la Bienal de Arte de Sao Paulo en su edición del año pasado.
Thiago de Mello, nombre literario de Amadeu Thiago de Mello, nació en Porantim do Bom Socorro, una vereda del municipio amazónico de Barreirinha, el 30 de marzo de 1926, pero su familia se trasladó en 1930 a Manaos, en donde el poeta concluyó el bachillerato.
En 1946 se radicó en Río de Janeiro al ingresar a la Facultad Nacional de Medicina, pero no concluyó el curso y prefirió seguir la carrera literaria.
Su primer volumen de poemas, “Corazón de la Tierra”, fue publicado en 1947. Enseguida siguieron obras como “Tenso por mis ojos”, “Silencio y palabra”, “Narciso ciego” y “La leyenda de la rosa».
En 1957 asumió como jefe del Departamento Cultural de la alcaldía de Río de Janeiro; entre 1959 y 1960 se desempeñó como agregado cultural en las embajadas de Brasil en Bolivia y Perú, y entre 1961 y 1964 en la de Chile.
Tras el golpe militar renunció a su carrera diplomática y regresó a Río de Janeiro, pero sus obras críticas lo convirtieron en un perseguido político y lo obligaron a exiliarse.
Tras el exilio regresó a Manaos, de donde nunca más salió y en donde se dedicó a una poesía totalmente comprometida con la preservación ambiental, especialmente de la Amazonía.