
Entorno Deportivo
Tokio, la capital del país del sol naciente, acogerá dentro de pocos días (13 al 21) el XX Campeonato Mundial de Atletismo, 34 años después de montar en 1991, en el mismo Estadio Nacional, la tercera versión del evento creado en 1983.
Esta vez, República Dominicana estará pendiente de su megaestrella Marileidy Paulino y el reto que representan para su reinado de los 400 planos la bahreiní Salwa Eid Naser (que entrena José Ludwig Rubio) y la estadounidense Sydney McLaughlin-Levrone, que la superan en marcas personales con 48.67 y 48.74 segundos, por los 48.81 de la criolla.
Pero, el tema de esta entrega es otro del atletismo global, como es el récord mundial de salto de longitud implantado por el estadounidense Mike Powell en Tokio’91 y que el 30 de agosto cumplió 34 años sin que el registro haya evolucionado.
La plusmarca anterior fue establecida en los Juegos Olímpicos México 1968 por Bob Beamon con un mítico salto de 8.90 metros que perduró por 23 años, hasta la sorpresiva hazaña de Powell en su quinto intento que salvó los 8.95m, ganando una fratricida batalla al gran Carl Lewis, que en su cuarta ocasión brincó 8.91m que habrían supuesto un nuevo récord, pero que fue invalidado por viento a favor.
“El hijo del viento”, Lewis, dejó su mejor marca de la especialidad en 8.87m que hizo en el intento último por destronar a Powell del reciente récord y el oro en Tokio’91.
Del arrebato atlético de Powell y la sorpresa que nos ocasionó por desterrar la que parecía una marca irrompible en ese momento, guardamos una anécdota.
Ese 30 de agosto de 1991 arribamos temprano a nuestro lugar de trabajo, el diario El Siglo, al rayar la 1.00 del mediodía y nuestra primera acción fue revisar en la computadora los cables de agencias y nos topamos con tamaña noticia.
El impacto nos impulsó a llamar al inmortal Tomás Troncoso en horario de su legendario programa “Los deportes en marcha” y nos extendimos por varios minutos en el aire tratando de este y otros resultados del Mundial. Sería una de dos o tres veces que osamos llamar en el aire al recordado “técnico de los ojos azules”.
Seis años después, 1997, fuimos designado como periodista para acompañar en la ciudad de Miami al entonces secretario de Deportes, don Juan Marichal y al subsecretario Felipe Payano.
Estando en la residencia del otrora estelar del baloncesto Eduardo Gómez, en una conversación telefónica le escuchamos pronunciar el nombre de Bob Beamon.
Extrañado, le preguntamos si se trataba del mítico saltador de México’68 y ante su respuesta positiva, le confesamos nuestra alta simpatía por el gigante de la longitud.
Tras afirmar que el estadounidense Beamon visitó la República Dominicana durante los Juegos Nacionales de Barahona 1981, nos prometió presentarnos esa misma tarde en un encuentro que encabezaría Marichal en un restaurante de Miami y que también contó con la presencia del actor mexicano de origen dominicano Andrés García, así como nuestro Hugo Cabrera.
El inmortal Eduardo Gómez cumplió su palabra y así fue como conocimos a uno de los atletas legendarios del atletismo y el deporte mundial, de cuyo encuentro guardamos una foto.
34 años después de que Powell batiera el récord de Beamon, la capital de Japón vuelve a montar este 2025 el Mundial de Atletismo. Pero no hay visos de que ninguno de los aspirantes a subir al podio del mismito Estadio Nacional nipón pueda acercarse siquiera a la longeva marca establecida por el afroamericano Mike Powell.