SANTO DOMINGO.-Milagros Ortiz Bosch y Margarita Cedeño de Fernández son las dos mujeres dominicanas que han llegado a la posición más alta ocupada por una fémina en la Administración Pública del país, la Vicepresidencia de la República.
Sin embargo, ninguna de las dos ha logrado dar el salto a la Presidencia, que desde la fundación de la República es una posición ocupada por hombres.
A inicios de este siglo Ortiz Bosch se convirtió en la primera mujer en ocupar la Vicepresidencia, tras participar en la boleta de las elecciones 2000-2004 junto al expresidente Hipólito Mejía, pero luego de ahí no ha habido un panorama favorable para aspirar al siguiente paso.
En el caso de Cedeño de Fernández, la lucha de poder entre su esposo Leonel Fernández y el presidente Danilo Medina la han relegado a otro plano del debate por una candidatura presidencial.
Este panorama evidencia hoy, Día Internacional de la Mujer, que el avance de las féminas en la Administración Pública camina a paso de tortuga.
3 mujeres en 174 años
Según el estudio «Panorama evolutivo de la situación de la mujer dominicana al año 2018», realizado por el Observatorio Político de Funglode, desde 1844 a la fecha solo tres mujeres han llegado a presidir algún hemiciclo en el Congreso Nacional.
Rafaela (Lila) Alburquerque fue presidenta de la Cámara de Diputados de 1999 a 2003; Cristina Lizardo dirigió el Senado de 2014 a 2016 y más recientemente Lucía Medina también estuvo en la Cámara Baja de 2016 a 2017.
“Ciertamente, las cifras de mujeres aumentaron con el transcurso del tiempo en estas cámaras, pero el liderazgo legislativo femenino es un aspecto que no ha tenido la misma evolución”, explica el estudio que fue divulgado ayer.
Desempleo 3 veces más
La situación no varía significativamente en otras áreas y sectores nacionales, pese a las leyes que existen para promover la participación e inclusión de las mujeres.
La empresaria Ligia Bonetti, presidenta ejecutiva del Grupo Sociedad Industrial, lamentó que en el país mientras los hombres presentan una tasa de desempleo de un 3.7 %, las mujeres tienen una tasa de 9.9 %, lo que es tres veces mayor.
“Las mujeres somos parte de una sociedad marcada por la discriminación de género. Somos parte de una sociedad en la que el empleo disponible privilegia mayoritariamente a los hombres”, subrayó Bonetti durante su ponencia en la conferencia titulada “Liderazgo femenino en el sector empresarial”, en una actividad llevada a cabo en el Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano en el Centro Olímpico.
Un avance significativo
La Dirección General de Contrataciones Públicas reveló que a mujeres proveedoras del Estado solo en 2017 les fueron adjudicados contratos por más de 6 mil millones de pesos, equivalentes a un 17 % del monto total contratado en ese periodo.
La información la ofreció Yokasta Guzmán, directora de Compras y Contrataciones Públicas, quien explicó que desde septiembre de 2012 hasta diciembre 2017 las mujeres han sido beneficiadas con RD$54 mil millones, para un crecimiento de un 92 2 %.
“Desde septiembre de 2012 hasta la fecha hemos trabajado en la construcción de un Sistema Nacional de Compras y Contrataciones Públicas cada vez más robusto, transparente y con igualdad de oportunidades para las mujeres”, resaltó Guzmán.
Rehabilitación
La Asociación Dominicana de Rehabilitación explicó ayer que las políticas de atención por género son equiparables, ya que del total de pacientes atendidos en condiciones de nuevo ingreso el 50.03 % es de sexo femenino y el 49.97 % masculino.
Contrario a lo que ocurre en otras entidades, la institución resaltó que 74 % de sus empleados, 879, son del sexo femenino y el 26 %, 309, son masculinos.
Atención a la violencia debe ser integral
Podemos decir que no se hace lo necesario ni lo suficiente para reducir la violencia contra las mujeres en sus diferentes manifestaciones.
La mayoría de las acciones se concentran en cosas que las autoridades están obligadas a hacer desde hace años y que no habían hecho.
En los últimos años se han ido creando unidades especializadas, pero los problemas de esta naturaleza son de todo el país.
Se necesita un sistema de atención integral que tenga respuesta de todos los sectores que tengan responsabilidad, desde el nivel preventivo hasta el reactivo, en caso de que así sea.