a agenda es un instrumento educativo y orientador sobre el tema que aborda y como facilitador para la cotidianidad laboral y apuntes personales.
La edición 2023 de la Agenda de la mujer dominicana , editada por Virtudes Álvarez, es un homenaje a las mujeres caficultoras y es una invitación a la lectura sobre la realidad de las mujeres del mundo cafetalero, sus aportes a este renglón de la economía nacional e internacional.
Es la 12va. edición de la agenda que nos presenta Virtudes Álvarez y recoge distintos enfoques de la relación de las mujeres con el café.
¿Qué tanto sabemos de la realidad social de las mujeres que participan en la cadena de producción y valor de la industria cafetalera? ¿Cuánto vale el trabajo y aporte de las mujeres al desarrollo y sostenibilidad de la caficultura? A la interrogante responden campesinas cafetaleras del país y el extranjero, académicas, artistas, comunicadoras, políticos, técnicos, poetas y escritores.
Como el “café no sale de la greca”
Virtudes Álvarez, productora y editora de la agenda, asegura que “No solo por motivos económicos, sino también culturales, gobierno, empresarios, productores, trabajadores y la academia están obligados a definir una estrategia multidisciplinaria para la sostenibilidad de la caficultura, y la misma debe expresarse más allá de la agenda urbana del café, reducida a mercados, industrialización, consumo y aportes a las cuentas nacionales. Esta discusión es de oficinas, gabinetes y la bolsa de valores donde se establecen los precios.
¿Y qué pasa con la agenda rural de la caficultura?
Allí está ausente el eslabón fundamental de la caficultura: la agrícola, desde el germinador y vivero al pesaje y envasado del grano para que el producto llegue a los controles de calidad aceptados por el mercado.
Esa ruta de producción agrícola del café, no se cubre sola, hay millones de personas en todo el mundo, hay millones de mujeres, ¡pero parecen invisibles!
Ellas son las heroínas anónimas de la caficultura; las que cumplen tres jornadas laborables diariamente: en la finca trabajando lo mismo que los hombres. En la casa cocinan, lavan, cargan agua y leña, cuidan enfermos, hijas e hijos. Y son esposas.
Y cuando se vende el café, ¿Cuáles son los beneficios para las mujeres?
Cuando construyamos esa agenda rural de la cadena de suministro y de valor del café, tenemos que incluir la deuda social existente con las familias cafetaleras: especialmente los derechos de las mujeres y las niñas, que allá, en lo remoto de nuestras montañas hacen posible que el café llegue a la taza.
Esas mujeres y esos hombres, paradójicamente, también son el eslabón más débil de la caficultura. Lo admiten las estadísticas oficiales, de los países productores: son los más pobres entre los pobres, y sin embargo siguen allí, a miles de metros sobre el nivel del mar, con malas carreteras y pésimos caminos vecinales; muchos sin saber leer y escribir; soportando picaduras de insectos, lluvia, humedad y frío; endeudados toda la vida. Todo por amor al café y a la naturaleza. Trabajan y no se rinden; sostienen con su sudor y honradez las economías de sus naciones y satisfacen el paladar de los más exigentes consumidores.
¿A cambio de qué?
Gobernantes, comerciantes, científicos, técnicos, filósofos, poetas, escritores, artistas, atletas, estudiantes, enamorados, triunfadores y perdedores, vendedores en la bolsa de valores y vendedores callejeros: todos claman y bendicen nuestra tradicional bebida en el mundo entero, sin reparar que el café no sale de greca. Antes hubo personas, que incluso con derechos negados, garantizaron que el café llegará a su taza.
Esta edición de la Agenda de la mujer dominicana, honra a las mujeres cafetaleras. ¿Hemos pensado en su relación con la propiedad de la tierra y en sus derechos fundamentales?
En la entrega destacan los aportes de María Isabel Balbuena, Socorro Castellanos, Yoselin Rodríguez Bernabel , Julia Castillo, Gladys Romero Pozo, Julia Carmona Vizcaino, Estefany Zapata, Josefina Camilo, Mireya Levy (Ecuador), Antonia Céspedes, Tomasa de La Rosa (Urba), Maritza Martínez, Meraris Sánchez, Manuel Salazar, Randy Custodio Brito y José Selig Ripley.
La agenda es un instrumento educativo y orientador sobre el tema que aborda y como facilitador para la cotidianidad laboral y apuntes personales. Contiene directorios especializados, una cita en cada página, 14 fotografías interiores del lente de Randy Custodio Brito.
266 páginas; portada y contraportada a color; papel Cáscara de huevo; encuadernación en espiral. Impresa en Editora Mediabyte, Sto. Dgo. D.N. Rep. Dom.