Los deportes han sido uno de los sectores donde la mujer ha tenido una escasa participación dirigencial, a pesar de los tantos “cacareos” que realizan desde todos los organismos internacionales, incluyendo las Naciones Unidas, sobre los avances logrados en ese sentido en las últimas dos décadas.
En el país se pueden contar con los dedos de las manos las mujeres que han tenido o le han brindado la oportunidad de dirigir estamentos de cierto nivel en los deportes
Resulta muy bonito llevar a la opinión pública, los almuerzos y “reconocimientos” en oficinas y restaurantes efectuados a la mujer en su día, pero la realidad es que hasta la fecha las féminas encuentran serios obstáculos en escalar posiciones, sin importar los aportes realizados en las canchas como atletas, o desde un puesto gerencial.
Solo hay que dar un vistazo a los integrantes del comité ejecutivo del Comité Olímpico Dominicano, donde apenas figuran dos mujeres mujeres en puestos de muy poca relevancia.
Lo mismo sucede en la crónica deportiva, donde la mujer dominicana tiene una muy escasa representación.
Por lo tanto, hay que colegir que el deporte dominicano, situación que de seguro está pasando en otras latitudes, mantiene muchas retrancas a la mujer, las cuáles se deben eliminar para tener “un mundo mucho más seguro y con más equilibrio en todos los sentidos”.