El insólito hecho se presentó este martes en una sucursal de la entidad bancaria Itaú en el barrio de Bangu, en Río de Janeiro, a la cual Érika de Souza Vieira Nunes ingresó con una silla de rueda en la que reposaba el cuerpo de quien aseguraba era su tío, quien debía firmar un documento para la entrega de 17.000 reales (unos 3.200 dólares).
Mientras era atendida, los trabajadores del banco comenzaron a sospechar sobre el estado de salud del hombre, ya que era incapaz de agarrar un bolígrafo y ni siquiera podía erguir la cabeza.
Una unidad médica acudió al lugar y constató que el sujeto, identificado como Roberto Braga, de 68 años, llevaba muerto varias horas, tras lo cual la mujer fue arrestada y llevada a comisaría. De acuerdo con su testimonio, era sobrina del anciano y la encargada de sus cuidados. Añadió que su tío se encontraba débil y frágil de salud.
«Ella intentó que él firmara, pero los empleados pensaron que estaba enfermo y llamaron al Samu. Entró muerto al banco. Ella dice ser su cuidadora, y en cualquier caso responderá por los delitos. Vamos a continuar la investigación con otros miembros de la familia y averiguar si estaba vivo en la fecha del préstamo», declaró el jefe de Policía Fábio Luiz.
Las autoridades intentan determinar si se trató de un delito de hurto mediante fraude o estafa y si la detenida estaba realmente emparentada con la víctima. Además, se están revisando los videos de las cámaras de seguridad para averiguar si hay otras personas involucradas.
