Muguruza arrasa en su estreno en el US Open

Muguruza arrasa en su estreno en el US Open

Muguruza arrasa en su estreno en el US Open

Gabrine Muguruza de España devuelve un tiro durante su primera mujer redonda escoge el emparejamiento contra Varvara Lepchenko de los Estados Unidos en el día uno de los 2017 los EEUU abiertos en el centro nacional del tenis de USTA Billie Jean King el 28 de agosto, 2017 en el vecindario de Flushing de la ciudad de Queens de la ciudad de Nueva York. AFP

Nueva York.-Dentro del presente de inestabilidad que impera en el tenis femenino, Garbiñe Muguruza es la excepción, y su estreno en el Abierto de Estados Unidos ratificó por qué la hispano-venezolana es aspirante al título en el último Grand Slam de la temporada.

Al tocarle poner en marcha la actividad en el estadio Arthur Ashe, la pista principal del torneo, Muguruza no decepcionó el lunes al arrollar 6-0, 6-3 a la estadounidense Varvara Lepchenko.

La campeona del último Wimbledon y tercera cabeza de serie en Flushing Meadows tramitó el primer set en 21 minutos y arrasó con los últimos ocho puntos del duelo ante una oponente que se vio desbordada en todos los sentidos. Muguruza acumuló 16 golpes ganadores, doblando la cuenta de su rival.

A partir de Wimbledon, donde conquistó su segunda corona de Grand Slam, Muguruza acumula 16 victorias en 18 partidos. ¿Es adictivo ganar tanto? ¿Puede estar jugando el mejor tenis de su carrera?

La tenista de 23 años sostiene que no se deja deslumbrar por su rutilante seguidilla de buenos resultados. «La verdad es que no lo había pensado hasta que me dijeron lo de las 16 en la pista», declaró Muguruza.

«No le doy muchas vueltas, no pienso en esas cosas. Mientras sienta que tenga energía, motivación y hambre, me da igual. Está claro que me ayuda para la confianza». «Lo que sí noto es que quizás mi nivel está más alto (y) más tiempo», añadió.

«A veces, no sostenía mi nivel para ganarle a las jugadoras ’top’. He mejorado mi nivel con más constancia». La regularidad es lo que ha marcado el rumbo de Muguruza en los últimos dos meses.

Tras la consagración en Londres, se proclamó campeona en Cincinnati, además de alcanzar las semifinales en Stanford y los cuartos de final en Toronto. Ese éxito en Cincinnati le aseguró su primera temporada en la que atrapa más de un título.

Pero sabe que tiene una deuda pendiente en Nueva York, sede de un Grand Slam que sólo le ha deparado desencantos —uno en el que nunca pudo encadenar victorias en sus cuatro presentaciones previas.

Tratará de romper el maleficio —para acceder a una inédita tercera ronda— cuando el miércoles enfrente a la ganadora del duelo entre la estadounidense Claire Liu y la china Duan Ying-Ying.

Llegar lejos en el US Open, al menos a los octavos de final, le puede abrir las puertas al número uno del ranking mundial femenino.

Pero la nacida en Caracas no es la única con posibilidades para apoderarse del trono que actualmente ocupa la checa Karolina Pliskova.

Ocho mujeres cuentan con opciones de escalar a la cima. «Como lo advertí antes de este US Open, por mi pasado negativo, quizás en resultados, prefiero andar con menos expectativas», resaltó Muguruza. «Quiero jugar partido como si fuera un final.

Es muy importante. Estoy feliz de que pude sortear mi primera ronda y ahora trataré de alcanzar mi mejor resultado aquí».

La primera sesión nocturna del torneo cuenta con un intrigante duelo en el cuadro femenino entre Maria Sharapova y Simona Halep. Campeona de cinco grandes y exnúmero uno del orbe, Sharapova recibió una invitación de los organizadores para entrar al cuadro principal, luego que la rusa purgase una suspensión de 15 meses por dopaje.

Le tocará toparse con la rumana Halep, la actual número dos del ranking y que ha perdido en los seis encuentros previos contra Sharapova.

También se destaca el debut de Alexander Zverev, el alemán de 20 años que esta temporada ha ganado un par de títulos en torneos de la serie Masters y asoma como la próxima gran figura del tenis masculino. El cuarto preclasificado se las verá con Darian King, de Barbados.