Matamoros, México, se encuentra al otro lado de la frontera con Brownsville, Texas, en el estado nororiental de Tamaulipas.
Dos de los cuatro estadounidenses secuestrados de forma violenta en el norte de México la semana pasada fueron encontrados muertos y los dos sobrevivientes ya están de vuelta en EE.UU.
«Ya fue plenamente confirmado por la Fiscalía [General de Justicia]. De los cuatro, hay dos de ellos fallecidos, una persona herida y la otra con vida», señaló este martes el gobernador de Tamaulipas, Américo Villareal.
Su reporte se produjo durante la conferencia de prensa diaria del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien añadió: «Lamentamos mucho que esto suceda en nuestro país y enviamos a los familiares de las víctimas, a sus amigos y al pueblo de EE.UU., y al gobierno, nuestras condolencias».
En una conferencia de prensa posterior, Villarreal informó que «fue detenido en flagrancia José ‘N’, de 24 años, originario de Valle Hermoso, Tamaulipas, que se encontraba en funciones de vigilancia de las víctimas».
Los estadounidenses fueron identificados como Latavia «Tay» McGee, Shaeed Woodard, Eric James Williams y Zindell Brown.
McGee resultó ilesa, mientras que Williams sufrió «una lesión por herida de bala en una de sus piernas», indicó Villarreal.
Los secuestrados fueron encontrados «en una casa de madera en el ejido El Tecolote, en el municipio de Matamoros», expuso el gobernador. Habían sido trasladados a diversos lugares con el fin de «crear confusión y evitar las labores de rescate».
El fiscal general de Tamaulipas, Irving Barrios, dijo que los dos sobrevivientes fueron entregados por corporaciones federales y estatales mexicanas a Estados Unidos en el puente Los Tomates, en la frontera entre Matamoros y Brownsville.
«Se va fortaleciendo la línea de que fue una confusión, no una agresión directa», expuso Barrios, pero señaló que no hay ninguna línea de investigación descartada.
Una fuente de seguridad de Tamaulipas le dijo a la agencia Reuters que la persona que resultó herida fue internada en un hospital de la ciudad sureña estadounidense.
«Actos inaceptables»
Las autoridades estadounidenses expresaron este martes su consternación por los hechos.
El portavoz del Pentágono, John Kirby, ofreció sus más sentidas condolencias a los amigos y familiares de las víctimas de estos ataques y subaryó que todos los ataques contra ciudadanos de EE.UU. son «inaceptables, independientemente de dónde o en qué circunstancias ocurran».
«Trabajaremos de cerca con el gobierno de México para asegurarnos de que se hace justicia», prosiguió.
El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, detalló posteriormente que en la investigación están involucrados el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y el Departamento de Estado, además de la dependencia que dirige.
«Durante este momento difícil, quiero ofrecer mi más sentido pésame a las familias de los estadounidenses que fueron atacados y secuestrados», afirmó.
¿Qué se sabe del caso?
Según las investigaciones, hombres armados secuestraron a los cuatro estadounidenses el pasado 3 de marzo cuando conducían en una minivan con matrícula de Caorlina del Sur hacia Matamoros, una ciudad fronteriza con EE.UU. en el estado de Tamaulipas.
Villarreal informó que habían ingresado a México a las 09:18 horas y la agresión se dio a las 11:45.
De acuerdo a un reporte del FBI, los secuestradores abrieron fuego en contra del vehículo antes del secuestro.
Un video difundido en redes sociales muestra que hombres fuertemente armados montaron a las víctimas en una camioneta por la fuerza. Una de ellas es golpeada al ser arrastrada al vehículo, mientras que las otras parecen estar inconscientes.
Un funcionario mexicano le dijo a Reuters que, del grupo, dos hombres fueron hallados muertos, mientras que otro hombre y una mujer estaban seguros y en manos de las autoridades.
El gobernador Villarreal dijo que «ambulancias y personal de seguridad» fueron desplegados para ofrecer cuidados médicos a los sobrevivientes, que ya fueron entregados a las autoridades de EE.UU.
Una mujer mexicana de 33 años, cuya identidad no se ha revelado, murió en el incidente.
Tras el secuestro, las autoridades mexicanas iniciaron un operativo con miembros del Ejército, la Guardia Nacional, agentes antisecuestro y fiscales de Tamaulipas.
Tay McGee tenía la intención de someterse a una abdominoplastia, un procedimiento de cirugía estética para eliminar la grasa abdominal. Su madre, Barbara Burgess, le dijo a la cadena ABC News que le había pedido a su hija que no fuera, pero ella le aseguró que estaría a salvo.
Un funcionario de EE.UU. le dijo a la cadena CNN que los investigadores creen que un cartel mexicano de la droga probablemente confundió a los estadounidenses con traficantes de drogas haitianos.
El FBI había ofrecido una recompensa de US$50.000 por información que condujera a la liberación de las víctimas y el arresto de los atacantes.
Lo que ocurre en Tamaulipas
El gobierno de EE.UU. estima que cientos de miles de estadounidenses cruzan la frontera hacia México cada año para recibir servicios de atención médica, incluidos medicamentos recetados.
La mayoría de los estadounidenses citan los costos más bajos como la razón más común para recibir tratamiento en el extranjero.
Pero Tamaulipas es uno de los seis estados de México que el Departamento de Estado de EE.UU. aconseja a los viajeros que no visiten debido a su peligrosidad.
En una zona en la que los carteles de la droga controlan gran parte del territorio y, a menudo, tienen más poder que las fuerzas del orden locales.
Según el Departamento de Estado, el crimen organizado, «que incluye tiroteos, asesinatos, robos a mano armada, robos de vehículos, secuestros, desapariciones forzadas, extorsiones y agresiones sexuales, es común a lo largo de la frontera norte», incluido el estado de Tamaulipas.
Los grupos criminales han atacado autobuses y automóviles que circulan por el estado, a menudo tomando pasajeros y pidiendo pagos de rescates en un área donde la policía local tiene una capacidad limitada para responder a la criminalidad, dijo el Departamento de Estado.