Muertes y lesiones por consumo de esteroides no se detendrán

Muertes y lesiones por consumo de esteroides no se detendrán

Muertes y lesiones por consumo de esteroides no se detendrán

Juan Mercado

La costumbre es que cada vez que sucede un caso lamentable, que obtiene dimensión pública en el país, porque algún joven prospecto de béisbol pierde la vida o queda con una lesión permanente por el consumo indebido de esteroides, fabricados para el consumo de animales, se arma una alharaca que permanece por unos días y luego no pasa nada.

Cuando han sucedido casos que trascienden a la opinión pública como el fallecimiento del joven Ismael Ureña Pérez, de 14 años, nativo de San Luis, aparece la Directora Nacional de Niños, Niñas y Adolescentes, Olga Diná Llaverías, diciendo que se abrirá una investigación para castigar a los responsables y todo queda igual.

Ahora aparece el comisionado nacional de Béisbol, Junior Noboa, ofreciendo ayuda a los familiares de Ureña Pérez, cuando debía crear condiciones para prevenir la situación.

La realidad es ampliamente conocida y es que desde el Gobierno, ni el que está ni los que pasaron, hacen nada para prevenir esas situaciones que cuando ocurren crean gran pesar en la población.

Se les da más importancia al botín millonario que obtienen los que logran firmar con un equipo de Grandes Ligas que a esos que se arriesgan a perder sus vidas por el sueño de ser peloteros.

Los casos lamentables empezaron a ocurrir desde 2001, cuando en La Romana falleció el prospecto Lino Rafael Ortiz por supuestamente haber consumido esteroides.

Luego en 2011 el escándalo fue más grande cuando en Nizao fallecieron los noveles Antony Valdez Nizao y Roberto Pérez, quien murió en el terreno de juego. En esa ocasión se reportó que Roberto tenía unos 49 puyones en una pierna.

Dos años más tarde se reportó también que en Nizao murió Pedro Manuel Matos, supuestamente por la misma causa. También otros prospectos han quedado con lesiones permanentes, como Misael Pérez Peguero, de Hato Mayor, quien tiene una pierna amputada.

Joel David Ortiz Mejía quedó con los riñones destrozados y en un trabajo en el programa Al Rojo Vivo dijo que estaba siendo dializado.