En 16 años consecutivos andando en los cielos del poder, a cualquiera se le olvida lo que es pisar la tierra. Acumularon una cantidad increíble de poder. Convirtieron al Estado en una inmensa maquinaria de enriquecimiento e impunidad.
Han perdido el gobierno y el estatus y están en lista para perder su libertad y sus fortunas mal habidas.
Es predecible que quienes se han robado el dinero de un pueblo pobre, harán lo que sea para evitar sufrir las consecuencias de sus acciones.
Tienen mucho dinero y pocos escrúpulos. También tienen mucho miedo, no solo por la voluntad política manifestada por el presidente, sobre todo por las ansias de justicia de un pueblo que ya “no coge esa”.
Estarán atentos al mínimo error para atacar, como ya lo han hecho, apenas calentando motores en la “tregua de los 100 días”. El gobierno no puede hacer nada para evitarlo. La única defensa efectiva es tener una gestión inmaculada e incuestionable. No es fácil, pero es necesario… Imprescindible.
La nueva oposición conoce la delicada situación económica del país, ellos mismos contribuyeron a eso. También conoce la cultura política de lo mal hecho, que ellos tanto fomentaron. Sabe donde atacar para hacer el mayor daño.
Cuando pase el noviazgo del pueblo con el nuevo gobierno, y pase la famosa tregua; cuando llegue navidad y la gente no tenga dinero… Solo un escudo moral podrá mantener a salvo la estabilidad política del país.