“Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo…. del miedo al cambio”, dijo el poeta y ensayista mexicano Octavio Paz.
Toda persona puede motorizar, desde cualquier posición en la que se encuentre, los cambios que demanda una determinada sociedad, a fin de construir un porvenir más promisorio.
Hasta el ser humando considerado más insignificante puede cambiar el curso del futuro.