¿Vieron el video de dos policías que persiguieron casi un kilómetro a dos fugitivos a quienes finalmente detuvieron al darle un merecido cocotazo al que conducía el motor? En Estados Unidos u otros países con agentes mejor entrenados, enormes recursos materiales y alegado respeto a los derechos humanos, casi seguramente le habrían dado un tiro por huir y desobedecer a policías. Aquí muchos se quejan comoquiera por la evidente falta de entrenamiento, pero casi nadie critica a los malandros que desafían a la autoridad.
La mayoría de los robos son asaltos oportunistas por rateros en motocicletas, 85 % con dos a bordo, con más frecuencia entre 8:00 y 11:00 de la noche.
Ayer también vi con azoro cómo un sargento de Policía, a quien le señalaron que un motorista sin casco tomaba cerveza en el semáforo de la Kennedy con Lincoln, respondió: “¿Y qué puede uno hacer? Seguramente está borracho…”. Proteger a inocentes y aplicar la ley, eso puede y debió hacer… Esa desidia e ineptitud son tan graves como la corrupción.