Construyendo motivos para sentirnos esperanzados en esta juventud de hoy, mantengo una búsqueda incesante de razones para sentir algún alivio para hacer contrapeso a las noticias publicadas en cualquier medio de comunicación, que como esquema tradicional, con frecuencia presenta resultados que pueden ser alarmantes, debido al enfoque o al tratamiento que pueda dársele.
Siempre han existido y seguirán ocurriendo hechos lamentables porque son parte de la existencia y el yin-yan de la vida. Aun cuando una información sea cierta, el matiz con que sea enfocada determinará la mirada que se proyecte y la imagen mental que dejará en el subconsciente de los lectores, germinando pensamientos que crearán realidades.
La noticia negativa tiene consecuencias emocionales porque multiplican la queja y esto es lo que queremos revertir.
Pues he encontrado y sigo encontrando esperanzas en el campo deportivo-juvenil para compartirles: Es el interesante derrotero que está tomando el deporte universitario.
Esta semana será la 2da entrega de la Gala Deportiva Universitaria 2015, acto ceremonial destinado a los rectores y dirigencia universitaria. Consiste en la noche de premiación y reconocimientos a las universidades participantes que han completado exitosamente su programa deportivo. Se anunciará el ranking dentro de las 26 universidades que tomaron parte activa, que determinará cuáles universidades han obtenido mayores puntuaciones en los torneos deportivos interuniversitarios y en cuáles deportes.
Es que desde el Ministerio de Deportes, bajo el proyecto que dirige el ex-nadador ultra distancia en aguas abiertas, Marcos Díaz, viceministro de Deportes, se está estimulando a las universidades para que se interesen en otorgar las becas para que estos atletas destacados completen una plataforma académica que les provea de un oficio del cual puedan vivir el atleta una vez culminamos sus días de gloria para que dejen de verse casos en los cuales quienes fueron exitosos deportistas en su momento carezcan de un oficio por no haberse preparado académicamente y terminen sus días mendigando, sin casa ni sustento ni oportunidades.
Ocurrió que históricamente el deporte se separó de la academia por ser una tarea absorbente si se quiere tener éxito en su, a menudo, corta vida productiva.
Se busca ahora que el oficio deportivo descanse en una plataforma académica para que el deportista aproveche las becas otorgadas por las universidades, y no por el Estado, en cuyo caso serían muy manipulables y era lo que ocurría: 1. la beca se perdía porque el deportista prefería aprovechar el tiempo para ganar el dinero que su deporte podía darle en su momento. 2. La beca no llegaba a quien debía aprovecharla.
Las universidades empezarán a destacarse por los logros de sus atletas y los deportes que practique. Constituirá un «plus» para atraer nuevos estudiantes y mercados.
Es una manera de animar a las universidades para que prioricen el apoyo a los programas deportivos de sus centros educativos superiores. También habrá una rendición de cuentas de la gestión de este proyecto.
El modelo aspiracional son las universidades de países avanzados y el ejemplo más cercano es EU, en el cual las universidades ven con interés sus programas deportivos.
Importanticemos el estudio y el deporte como oficio integral y opción viable. Desarticulemos el paradigma que arrastra a vicios amparados en que «la juventud no tiene opciones, ni empleo, no oportunidades».