Muéstrame tus luces y tus sombras, si quieres que te conozca.
Muéstrame por qué luchas, lo que te aprisiona, lo que te presiona y también lo que te impulsa a alcanzar más, tus miedos, tu desdén, tu oscuridad y así sabré entenderte, sin más.
Conociendo tus caras sabré amar y valorar cada una, aquilatar cada parte sin quitar ni excluir nada de ti, porque cada una hace parte.
Yo humildemente te muestro las mías, para que tengamos un verdadero encuentro y llegar al ser integral.