Foto de archivo.
SANTO DOMINGO.-Tras la República Dominicana escalar a la posición número uno en muertes por accidentes de tránsito, el Colegio Médico Dominicano (CMD) atribuyó la situación a la falta de programas públicos y atención de los gobiernos para contrarrestar el problema.
Y es que de acuerdo con el informe de la Organización Mundial de Salud (OMS), la tasa anual de mortalidad por accidentes fatales en el país pasó de 34.6 a 64.6 por cada 100 mil habitantes.
Mal estado
Pero según el presidente del gremio médico, Senén Caba, esto no es una situación nueva, ya que indicó el país lleva alrededor de una década ubicándose en los primeros lugares.
Asimismo, Caba lamenta que el mal estado de los hospitales y la baja calidad de los medicamentos contribuyen a que aquellos pacientes que llegan con traumas no puedan sobrevivir.
“Los materiales que le mandan (a los hospitales) son de calidad pésima y lo mandan en un tiempo totalmente inoportuno, entonces ¿cómo no va a aumentar la mortalidad?”, enfatizó.
En ese sentido, cabe mencionar los centros de salud que se encuentran en comunidades alejadas donde ni siquiera cuentan con neurocirujanos para tratar a esos pacientes accidentados que llegan con traumas craneoencefálicos por el choque.
Consideró que las autoridades no han asumido con toda la profundidad que amerita la situación, no han hecho nada trascendente para corregir la letalidad.
Según la OMS, el 87 por ciento de esas muertes corresponde a hombres, mientras el 13 por ciento restante a mujeres.
La lista
— Países
Cerca del 60 por ciento de los afectados son personas jóvenes entre los 15 y 34 años. El listado de la OMS lo completan Zimbabue en segundo lugar, con 41 muertes; Venezuela, en tercer lugar, con 39 muertes.
Perspectiva general sobre los accidentes
Datos. Los siniestros viales son una de las principales causas de pérdidas de vidas humanas en el mundo. La Organización Mundial de la Salud ha establecido que los traumatismos por accidentes de tránsito constituyen un importante problema de salud pública, tanto por la cantidad de vidas humanas que cobran diariamente, como por la enorme cantidad de personas discapacitadas y con secuelas que generan impedimentos ambulatorios y de otra índole.
La agenda 2030 incluye entre sus metas la reducción de las cifras.
