SANTO DOMINGO.-Para Kenia Sánchez Peguero, la madrugada del domingo quedará marcada en su memoria, tras 26 años residiendo en el sector La Yuca y haber construido una vivienda de tres niveles en colaboración con familiares, vio como esta se desmoronaba dándole apenas tiempo de poder salir con vida.
“Lo que estaba era atenta a que el agua no inundara la iglesia del frente. En eso empezaron las paredes a sonar y un vecino me echó una voz para decirme que la casa se estaba cayendo”, confesó Kenia.
Agregó que tan pronto llegaron a la calle, la casa se derrumbó a sus espaldas perdiendo en el acto la vivienda, los electrodomésticos, ropa y comida.
¿Hay culpables?
En la mañana de este lunes los vecinos del referido sector procuran secar al calor del sol los artículos que conservaron. Hay camas, muebles variados y las damas se aprestan a limpiar las casas o las porciones de ellas que permanecieron en pie.
“Anoche intenté dormir pero cada vez que cerraba los ojos veía el edificio cayendo, espero que me ayuden en lo que se pueda, pero ya ahí no vuelvo a vivir, prefiero quedarme en la calle”, dijo Sánchez .
Ella, junto a otros residentes del lugar coinciden en culpar del derrumbe que afectó a una docena de viviendas que colindan con la cañada del lugar, a la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) que inició unos trabajos en el lugar hace dos meses.
“Tanto que les dijimos que eso iba a debilitar las casas y míralo ahí, ya las casas solo cuando pasaba un vehículo temblaban, yo tuve que alquilar al frente porque mis niños no se sentían seguros”, declaró Roberto Rodríguez otro de los residentes del lugar.
Rodríguez se mostró airado porque, según sus palabras, funcionarios del Instituto Nacional de la Vivienda le informaron que no serían trasladados a otros lugares como prometió el presidente Luis Abinader sino que se remodelarán las casas que fueron visiblemente afectadas.
A su vez, Genoveva Vicente, que reside alquilada y que iguala su testimonio con el de otros al decir que perdió todo lo de valor, dijo que viven en el lugar no porque quieren, sino porque no les alcanza para pagar en un lugar alejado de la cañada.
“El pobre vive aquí porque no puede pagar otro sitio. Si tuviera empleo con lo que uno gana no da y ahora mismo uno está desempleado, yo quisiera que no me olvidaran después que pase todo esto porque no es fácil”, afirmó.
Las Palmeras
De igual manera, en el sector Las Palmeras del kilómetro 14 de la autopista Duarte, personal de la Defensa Civil continuaba removiendo los escombros causados por una pared que cargó en su derrumbe con la vida de dos personas.
Los familiares se mostraron entre tristes y airados ya que aspiran a algún tipo de condena para los propietarios del terreno que estaba cercado para “evitar invasión”,
Los residentes esperaban la remoción de los escombros, pues debajo permanecían vehículos y tenían la intención de recuperar piezas de valor.
El entorno
—1— Pedido
Los lugareños solicitan ayuda de las autoridades para restablecer las pérdidas materiales.
—2— Objetos
Camas, neveras, la ropa misma… deberá ser renovada luego de perderse en la crecida de la cañada.
INVI pasa balance a viviendas afectadas
Evaluación. Personal del Instituto Nacional de la Vivienda se trasladó ayer a los sectores La Yuca y las Palmeras para evaluar los daños causados a las viviendas por los efectos de la tormenta Laura en su paso por el país.
El subdirector de la entidad, Luis García, aseguró que todas las viviendas que fueron afectadas serán reparadas. Sin embargo, y esto específicamente en La Yuca, algunos de los residentes aspiraban a ser trasladados a otra zona, ya que se sienten inseguros en el lugar.
“Yo misma no vuelvo a vivir ahí, prefiero dormir en la calle”, declaró Kenia Sánchez, una afectada.