Santo Domingo.- Lo que antes era considerado una zona de alto riesgo y con escasa presencia de las autoridades, hoy muestra una nueva cara: los residentes del barrio Capotillo, en el Distrito Nacional, valoran positivamente los operativos policiales, al señalar que los hechos delictivos han disminuido de manera significativa.
Ángel Encarnación, residente en la calle #6 del citado sector, manifestó que unidades de la Policía Nacional se han hecho sentir en comparación con meses anteriores.
«Aquí la delincuencia ha bajado más de un 90%, yo soy de la calle, yo he visto los movimientos. Antes nadie podía salir a las 6:00 de la mañana porque te atracaban. Antes se registraban hasta 20 atracos, y hoy en día casi no los he escuchado», subrayó Encarnación.
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Aunque algunos lugares de este populoso barrio son quizás más activos que otros, José Antonio Cabrera, residente del lugar por más de dos décadas, dice sentirse seguro ante la constante presencia de patrullas en la zona.
«La Policía está haciendo su trabajo aquí en Capotillo. Aquí, en esta zona, se han reducido los atracos; a la delincuencia le están dando mano dura los policías», indicó Cabrera.
José Antonio Cepeda, quien es dueño de un colmado, confirmó que cada vez son menos los hechos delictivos en las cercanías de su lugar de trabajo.
«Hay mucho patrullaje y me siento protegido. La delincuencia, gracias a Dios, ha disminuido. Ya no están pasando atracos como antes pasaban aquí en este pedazo. Ellos pasan hasta cuatro veces y en la noche hasta se sientan ahí», recalcó Cepeda.
¡Otros males que afectan a Capotillo!
Otras problemáticas que afectan a estos residentes es el suministro de agua. Aunque, si bien es cierto que no hay escasez ya que les envían el servicio dos veces por semana, las tuberías rotas del lugar les dificultan abastecerse adecuadamente.
«El agua llega dos veces por semana, martes y sábados, pero esos días se bota mucha agua, pues hay muchos lugares a los que no llega por eso», manifestó un lugareño.
En ese sentido, denunciaron que, debido a estos tubos en mal estado, en combinación con la falta de algunas tapas filtrantes, provoca que el agua llegue contaminada a los distintos hogares que conforman esta comunidad.
«A veces hay tuberías rotas que también se mezclan con materias fecales, y esto hace que uno se enferme. Hasta ahora no ha pasado nada grave, pero tenemos que tener mucho cuidado y verificar el color y el olor del agua para no consumir agua contaminada», expresó Juan Alberto Cabrera.
