José Báez Guerrero
Recibí con alegría el obsequio de parte de Ligia Bonetti y el Grupo SID un ejemplar del libro Montesino, por María Teresa Ruiz, magníficamente editado por Amigo del Hogar, con un prólogo por el académico Manolito García Arévalo.
La obra, coordinada por Leyla Alfonso, es mucho más que una mera biografía de fraile dominico memorable por su Sermón de Adviento de diciembre de 1511, en la incipiente villa de Santo Domingo, clamando por los derechos de los abusados indígenas, como voz en el desierto igual que Jesús.
Aquella pieza oratoria de extraordinario valor religioso, político y jurídico, es una de las contribuciones que blasona nuestro país entre sus muchas primacías americanas.
La plaza y la figura de Montesino en la ría del Ozama, rescatados por David Collado durante su alcaldía en 2018 tras dos décadas de indolente abandono, están bellamente fotografiados por Pedro Braulio Álvarez y Ricardo Briones.
Mi más cálida felicitación a todos los autores de esta auténtica joya editorial, que hace que sus patrocinadores merezcan aplausos por este nuevo gran aporte al mejoramiento de nuestra nación.
