Santo Domingo.-El arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria, quedó ayer posicionado como obispo de la diócesis Castrense y su primera misión fue solicitar al “Santo Padre” el nombramiento de otro servidor que se ocupe de esa función.
Ozoria, quien apenas lleva cinco meses y once días como arzobispo Metropolitano, teme que no pueda realizar con eficiencia la nueva tarea que le pide la Iglesia, debido al cúmulo de trabajo que ya tiene asignado.
Adelantó que ya ha hablado al respecto con el Nuncio Apostólico y la Conferencia del Episcopado Dominicano para que en un futuro no muy lejano se nombre un nuevo obispo castrense.
No obstante, afirmó que quiere “hacer bien” la labor que le pide la Iglesia. “Cuento con la ayuda de ustedes, vamos a crecer y tendremos frutos abundantes”, dijo.
A Ozoria también le preocupa que dicho ministerio se vea como “algo de poder” y no como un servicio.
“La gente considera que ser capellán es un poder y yo quiero hacer ver que estamos para un servicio”, dijo.
El Ordinariato Castrense está compuesto por los miembros de la Policía Nacional, del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, con sus familiares y sus dependientes.