Monción, te presento mis excusas

Monción, te presento mis excusas

Monción,  te presento mis excusas

Rafael Molina

Incurrí ayer en un error garrafal al cambiar en esta columna el nombre de Monción por el de Maimón, por lo cual presento mis cumplidas excusas ante los moncioneros y ante todo el país.

Obviamente, sufrí un lapsus mental parecido al de aquel presidente de los Estados Unidos que dio tremenda metida de pata al confundir tropas australianas con las tropas austriacas que estaban en Irak, y la APEC con la OPEP.

Y si se le perdonó su error de alta política a George Busch (¡Ay, lo dije!), pienso que también a mí se me puede perdonar mí imperdonable equivocación.

Les recuerdo también otra muestra de desconocimiento geográfico y político de ese mismo personaje que fue presidente del país más poderoso del mundo, cuando confundió el mundo árabe con el islámico, al afirmar en marzo de 2006 que Pakistán “es una nación árabe”, cuando en realidad no lo es.

En el ámbito criollo me viene a la memoria el caso de una maestra de ceremonias que al referirse a Pepín Corripio dijo que el conocido empresario vino a República Dominicana desde Australia, cuando la realidad es que vino de Asturias.

Confío, pues, en que mis nuevas amistades de Monción serán comprensivos conmigo.

Podría seguir rebuscando ejemplos de errores parecidos en que han incurrido personajes famosos, para que el mío parezca menos importante, pero lo hecho, hecho está. Metí la pata y pido perdón.

Confío en la benevolencia de los hijos de la “capital del Casabe” para poder seguir durmiendo tranquilo.



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