Harare, Zimbabue.-Emmerson Mnangagwa se dispone a asumir el poder en Zimbabue en reemplazo de Robert Mugabe y promete ponerse a trabajar de inmediato en la reconstrucción del país, que sale exangüe de los 37 años de reinado de su predecesor.
Mnangagwa será investido oficialmente hoy presidente de Zimbabue, solo tres días después de la histórica renuncia del más anciano dirigente del mundo, de 93 años, que cedió su lugar por presiones del ejército, la calle y su propio partido.
La ceremonia se anuncia grandiosa, el partido Zanu-PF, convocó desde ayer a los “zimbabuenses de todos los sectores” al Estadio Nacional Deportivo, que tiene capacidad para 60,000 personas.
“Vengan y sean testigos de la historia en marcha, nuestros primeros pasos en una nueva era y un país mejor conducido por nuestro adorado camarada Mnangagwa”, proclamaron los organizadores.
De 75 años, este leal al régimen con sueños de poder frustrados durante mucho tiempo, logró finalmente su objetivo.
Pero a quien los Zimbabuenses apodan “El cocodrilo” no la tiene tan fácil. “Hereda una economía en ruinas, un partido dividido y una población con muchas expectativas”, subraya ayer en su editorial el diario opositor NewsDay.
El miércoles, unas horas después de su regreso de un breve exilio sudafricano, Mnangagwa reservó su primer discurso de futuro presidente a unos centenares de partidarios reunidos frente a la sede del partido en el poder, el Zanu-PF.
“Hoy somos testigos del inicio de una nueva democracia”, dijo, y luego llamó a “todos los patriotas de Zimbabwe a trabajar juntos”.
“Queremos relanzar la economía, queremos empleos”, dijo.
El ejército pidió ayer en un comunicado “al pueblo de Zimbabue” que siga “llevándose bien mientras celebra” la investidura.
Por su parte el Reino Unido, la antigua potencia colonial, dijo que mandaría a la ceremonia al ministro de Estado para África, Rory Stewart, aunque en principio no asistirá ningún miembro de la familia real.
Fue “muy claro sobre lo que necesitamos: trabajo, trabajo, trabajo. Solo tenemos que agregar algo, hay que crear verdaderos empleos pagados en su justo valor”, comentó ayer el diario estatal The Herald.
Con una tasa de desempleo calculada en 90 %, los zimbabuenses se resignan a tener pequeños trabajos en la economía informal. Otros emigraron, con frecuencia hacia el gigante vecino sudafricano.
De manera más amplia, Robert Mugabe deja una economía destruida por sus devastadoras reformas.
Traspaso.
La salida de Robert Mugabe es un alivio pero no hay que entusiasmarse demasiado con el nuevo presidente.
Sin paradero.
Robert Mugabe desapareció. Se encuentra invisible desde el martes.
Relevo.
Mnangagwa, de 75 años y que jurará como nuevo presidente hoy, recibió entrenamiento militar e ideológico en la China maoísta.