Danilo Arbilla
Las asambleas de las Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) constituyen una de las mayores “ferias” de noticias. Allí se generan y hasta allí llegan de todas partes, propio de un lugar en que están reunidos por cinco días, centenas de “hombres de prensa”: dueños de medios, periodistas, corresponsales, académicos y expertos vinculados directamente a la comunicación.
Esta última reunión realizada en la ciudad de Antigua, Guatemala, que culmino el pasado martes 4, no fue diferente a las demás.
En esas horas tuvo lugar un nuevo acto del “sainete bolivariano”. Nicolás Maduro, a través del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), avanzó decididamente contra la Asamblea Nacional, único órgano elegido democráticamente en Venezuela.
Se decretó la eliminación, anulación, disolución, no sé como llamarle, del Poder legislativo, y esa tarea la asumió el propio TSJ. Resumiendo: fue un golpe de Estado.
Casi innecesario, aunque revelador: se dio en un país donde ya impera un sistema dictatorial en el que no rigen las libertades básicas.
Se les cayó la careta y la reacción internacional fue muy fuerte: los que ya condenaban al gobierno de Maduro y las FFAA de Venezuela (“Lo que habíamos advertido” dijo el secretario general de la OEA, Luis Almagro) subieron el volumen y quienes permanecían callados o daban vuelta la cara esta vez no pudieron esquivarlo y hubieron de asumirlo y condenar “el golpe”.
Eso obligó a Maduro a echar un poco para atrás, lo que sirvió únicamente para reconfirmar lo que ya todo el mundo sabía: que el TSJ es un órgano (un poder) títere.
Maduro en estos días no paró de hablar y dijo expresamente que él “actuaba en el marco de la Constitución y TSJ“ (mira). Dijo también que contaba con el “ apoyo del papa Francisco”.
Puede que sea cierto –del Vaticano no se ha oído nada-, pero la Iglesia venezolana, por su lado, criticó lo ocurrido y hasta justificó la desobediencia civil.
Maduro y las FFAA se resisten y reprimen, pero como que todo se les desmorona.
Desde Brasil las noticias fueron insistentes sobre la suerte del presidente Michel Temer. El Tribunal Electoral comenzó a investigar si hubo “abuso de poder” para favorecer a la dupla Rousseff-Temer (entonces amigos y aliados) en las elecciones de 2014.
Imprevisible
En Ecuador se decidió la segunda vuelta a favor (2,3 de diferencia) de Lenín Moreno, candidato de Rafael Correa, quien a su vez se irá a vivir a Europa .
Ese es su cómodo futuro (por ahora); el de los ecuatorianos es más incierto. La oposición dice que hubo fraude, pero es difícil que prospere esa protesta. Salvo que al Tribunal Electoral le diera por “revisar” , como en Brasil, si hubo “abuso de poder” y entonces sí que Moreno no podría asumir y el destino para Correa sería otro.
El informe sobre Ecuador analizado en la asamblea de la SIP muestra a uno de los regímenes más totalitarios en materia de libertad de prensa. En tal situación es ridículo hablar de elecciones libres y legítimas.
Ya sobre el final se supo del tercer procesamiento de Cristina Fernández de Kirchner por “asociación ilícita” y “ lavado de efectivo”.
Esta vez con embargo (por unos 9 millones de dólares) y prohibición de salir del país .También fueron procesados sus hijos Máximo y Florencia. Cristina ya fue procesada en otros dos casos, por “asociación ilícita y “ administración fraudulenta agravada”, entre otras “ tipificaciones”.
Qué tema este de la corrupción.
El domingo 2 el jurista peruano José Ugaz, presidente de Transparencia Internacional, dio una conferencia a la asamblea y reveló cifras escalofriantes sobre la corrupción a nivel mundial y continental . Ceros , ceros y más ceros (a la derecha), realmente escalofriante: estamos al mando de una banda de ladrones.
Decía no hace tanto un exministro argentino: “Si dejáramos de robar un año, se solucionarían todos los problemas del país”. Y efectivamente, de acuerdo con las cifras y datos que expuso Ugaz, si se dejara de robar prácticamente se acabarían los problemas del mundo.
Y finalmente, pero no menos importante ni preocupante, las noticias sobre libertad de prensa que analizó la asamblea de la SIP, a la que además asistió el Relator para la Libertad de Expresión de la OEA, el uruguayo Edison Lanza, quien dio un panorama de lo que se vive en ese plano.
Preocupante realidad pero alentador trabajo del Relator. A la acción de gobiernos, poderes y mandamases para acotar la tarea periodística, manipular la información y restringir el derecho de los ciudadanos a estar debida y libremente informados, se suma el asesinato de periodistas. En seis meses fueron asesinados 13 y esto con total impunidad para los asesinos.
Y peor aún respecto esta impunidad, se informó en la asamblea de la proscripción – en Colombia- de cuatro asesinatos ocurridos entre 1996 y 1997. Son 76 los casos que han prescripto en los últimos años, lo que no habla bien de gobiernos ni de la Justicia en nuestra región. Tampoco en esto.
