Miriam Germán Brito y el acoso moral (o violencia perversa)

Miriam Germán Brito y el acoso moral (o violencia perversa)

Miriam Germán Brito y el acoso moral (o violencia perversa)

“La posibilidad de destruir a alguien con sólo palabras, miradas o insinuaciones es lo que se llama “violencia perversa” o “acoso moral”.  Así se le define en el libro “Acoso moral” de autora francesa Marie France Hirigoyen.

Y les comparto un párrafo que en esta coyuntura es particularmente significativo: “todos hemos sido testigos de ataques perversos a uno u otro nivel ya sea en la pareja, en la familia, en la empresa o en la vida política y social”.  Y en este ámbito, político y social, el lunes fuimos testigos de un intento de destruir a una mujer símbolo de dignidad en la República Dominicana.

“Un individuo perverso se encuentra fijado a ese modo de relación con el otro y no se pone a si mismo en tela de juicio en ningún momento, aún cuando su perversidad pase desapercibida durante un tiempo, se expresará en cada situación en la que tenga que comprometerse y reconocer su parte de responsabilidad, pues le resulta imposible cuestionarse a sí mismo”.  

De acuerdo con Marie France Hirigoyen, estos individuos, los perversos, sólo pueden existir si “desmontan” a alguien:  necesitan rebajar a los otros para adquirir una buena autoestima y, mediante ésta adquirir el poder pues están ávidos de admiración y de aprobación.  Saben manipular de un modo natural, lo cual parece una buena baza en el mundo de los negocios… o de la política

Y efectivamente, lo ocurrido el lunes 4 de marzo, cuando el procurador general de la República Jean Alain Rodríguez (irrespetando todo procedimiento, además) quiso denostar a Miriam Germán Brito atribuyéndoles actos que no han soportado ninguna prueba, fue un real  acto de perversidad.

Un acto que  llevó a Miriam Germán Brito a afirmar que la justicia dominicana “sufre un deterioro terrible” y  a referir que fue más respetada por Néstor Contín Aybar quien presidió la Suprema Corte de Justicia en el gobierno de Joaquín Balaguer (1986 a 1997), debe llevarnos a una profunda reflexión de la podredumbre que en estos momentos nos arroja.

Al ser entrevistada por Edith Febles y Carolina Santana en el programa “La cosa como es”, la magistrada refirió que hay vilezas “que en la Suprema de Contín no se daban, si tú te respetabas, él te mantenía el respeto”.

Cuando Jean Alain Rodriguez nació, en 1975, ya Miriam Germán Brito trabajaba en el tren judicial como fiscalizadora en el Juzgado de Paz de Santiago, es decir, los años de vida que tiene el Procurador General de la República, lo tiene Miriam Germán, impartiendo justicia.

Marie France Hirigoyen plantea que “a veces se dan manifestaciones de una indulgencia inaudita en relación con las mentiras y las manipulaciones que llevan a cabo los hombres poderosos.  El fin justifica los medios. Pero ¿hasta qué punto esto es aceptable?”.