Santo Domingo.-A solo 24 horas de realizarse la tercera marcha multitudinaria del Movimiento Verde contra la corrupción y la impunidad, el ministro de Interior y Policía aseguró que sectores utilizando como pretexto esta lucha “iniciaron un plan para desestabilizar al Gobierno”.
Sin hacer señalamientos específicos, Carlos Amarante Baret indicó que esos “sectores han desnaturalizado el Movimiento Verde”.
El funcionario dijo que se ha propiciado que grupos radicales tomen el control del colectivo, a los que acusó de amenazar el orden democrático y a los funcionarios del Gobierno, al expresar que “las movilizaciones verdes podrían convertirse en rebeldía y en la catástrofe jamás pensada para ellos”.
“Estamos al tanto de sus movimientos desestabilizadores que, en ejercicio de loca aventura colectiva, han previsto llegar hasta a abortar el proceso democrático”, advirtió Amarante Baret.
Reacciones
Las reacciones a estos planteamientos no se hicieron esperar y desde el propio movimiento las calificaron como acciones desesperadas del Gobierno ante el apoyo que ha tenido el colectivo.
“El Movimiento Verde es un movimiento pacífico y que solo busca el fin de la impunidad y la corrupción en el país”, adelantó Carlos Pimentel, organizador de las marchas.
El activista consideró que antes de emitir declaraciones como estas el Gobierno debería dar respuesta a las tres peticiones que han formulado desde el pasado 22 de enero.
“Queremos cárcel para los corruptos, recuperación de lo robado y cancelación de los contratos de la empresa Odebrecht con el Estado dominicano”, detalló Pimentel.
Dijo que con estas manifestaciones el pueblo ha demostrado que perdió el miedo.
Adelantó que para el 21 de mayo está pautada la próxima marcha en Azua y el 11 de junio se marchará en San Pedro de Macorís.
Manifiesto leído por padre Moncho
Al hacer las acusaciones de supuesta desestabilización Amarante Baret no aportó ningún dato para apoyar sus planteamientos.
La única referencia que hizo el funcionario fueron unas declaraciones emitidas por el padre Ramón Alejo de la Cruz, quien leyó el manifiesto final de la marcha del domingo.
“No abusen señores del poder, la paciencia del pueblo, la ira popular se pueden convertir en rebeldía y ustedes sufrirán la peor catástrofe jamás pensada”, fue la frase del religioso que alborotó a los manifestantes que recorrieron varias calles de San Francisco.