Santo Domingo.-“Ay mi niña. Esa es mi hija, me la asesinaron” dijo entre lágrimas Altagracia Brioso, abuela de Perla Taveras, al encontrarla sin vida, entre matorrales a la orilla del río Isabela, en el sector la Zurza del Distrito Nacional.
Eran las 5:30 de la tarde del pasado jueves, cuando Altagracia con su corazón destrozado por desconocer el paradero de su nieta, decidió caminar por la orilla del río Isabela en busca de una esperanza, la cual, se desvaneció cuando visualizó el cuerpo inerte de una joven, y el cabello la identificaba como su nieta de 17 años. “Yo quería abrazarla, pero no podía” dijo.
Perla, tenía previsto realizarse la foto de su graduación tras culminar sus estudios de Secundaria en la Escuela Angélica Masé ubicada en la avenida los Mártires del sector, y quería ser medico, por lo que, se preparaba para entrar a la universidad a cumplir sus sueños, pero su padrastro Delion Santana Matos la asesinó, llevándose su futuro.
“Ya no es igual, tenemos el corazón roto” dijo su tío Eddy Taveras Brioso, y no ha dejado de llorarla, ella era todo en esta casa.
Altagracia dijo que los vecinos les informaron que cuando la policía apresó a Delion y a la madre de la joven, Melania, ellos estaban en la cama dentro de su casa, y por eso los agentes rompieron la puerta.
Coerción
El Ministerio Público solicitará prisión preventiva ante la Oficina de Atención Permanente del Distrito Nacional, como medida de coerción contra el padrastro Delion Santana Matos y a la madre Melania Taveras de la joven Perla, quien desde niña vivía con su abuela.
Asimismo, la señora Altagracia dijo que mañana se querellara contra los implicados en el asesinato de su hija Perla (nieta).
La medida de coerción esta prevista conocerse mañana (lunes) a los imputados del caso.
Narra el día que encuentra el cadáver.
Altagracia cuando el pasado domingo 18 de octubre llegó de trabajar y no encontró a su nieta Perla en la casa.
La señora pensó que la joven se encontraba con sus amiguitas y que llegaría de una vez, pero el lunes sentía una corazonada de que sabía que algo andaba mal. Sin embargo, se levantó con fuerzas para ir a trabajar, aunque llamó a Melania madre de su nieta para saber si la había visto, pero esta respondió que eso quiere ella saber.
Altagracia, el martes llamó a otra hija para obtener información del paradero de su nieta Perla, y esta respondió que no. El miércoles, la señora ya desesperada, se fue a su pueblo en Azua para pedir ayuda a un hermano, pero este le dijo que no se podía hacer nada, y que tenía que tranquilizarse y esperar.
Al día siguiente, Altagracia ya no aguantaba la incertidumbre, lo que la llevó a ir al río Isabela, cerca de su casa, a ver si encontraba alguna pista, sin imaginarse que hallaría en las orillas el cuerpo sin vida de Perla.
Desde el domingo 18, que fue la última vez que vieron a Perla no dejaron de buscarla en los destacamentos, hospitales, tanto sus pariente y amigas, sin embargo la madre nunca la busco la busco. “Melania, nunca nos acompañó a buscarla, yo no la vi buscando a mi hija Perla” dijo entre llanto.