Ministerio de la Familia, ¡adelante!

Ministerio de la Familia, ¡adelante!

Ministerio de la Familia, ¡adelante!

Venecia Joaquín

En la Cámara de Diputados fue depositada una propuesta para crear el Ministerio de la Familia, ¡excelente iniciativa!; debemos abogar por que sea aprobada.

La vida se complica, escasean los recursos; dejemos de complacer grupos y preparemos la nación para manejarse con criterios normativos y una estructura de mecanismos prácticos, que ayuden a toda la población.

En el país, tenemos un Ministerio de la Mujer y otro de la Juventud, con los que nunca he estado de acuerdo. La idea de tener diferentes ministerios basados en el sexo y la edad es propia de quienes se empeñan en dividir la familia, fomentar la desigualdad, complicar el sistema burocrático, para beneficio grupales.

He abogado por un Ministerio de la Familia o de Bienestar Familiar que aglutine a todos; que como si fuera un hogar, se encargue de fomentar la unidad familiar, con lazos de afectos, valores morales, educación y de regular las políticas públicas enfocadas en la familia, que conduzca a la armonía, bienestar y paz social.

A ninguna sociedad le conviene dividir la familia y menos, sembrar la discriminación, para atender sectores específicos; son un atentado a la integridad familiar.

Con un Ministerio de la Mujer, discriminamos al hombre; con un Ministerio de la Juventud, excluimos los niños y adultos mayores; pueden estar bien intencionados, pero al analizarlos a la luz de los valores, costumbres, proyectos y tendencia familiar, los resultados son desastrosos; envían señales de división que no es conveniente mantener.

Necesitamos un ministerio que arrope la familia; que facilite su acceso a políticas sociales, públicas y privadas, en áreas como salud, educación, deportes, etc…; que coordine de manera efectiva sus actividades, rumbo al desarrollo integral.

El país enfrenta problemas económicos, sociales, educativos, que debemos eliminar, haciendo una reingeniería de toda la estructura; necesitamos mecanismos que unan las familias, el pueblo; proceden organizaciones que faciliten la acción, eduquen y orienten en grupo, para ser más útiles a la sociedad.

En las manos del Congreso Nacional esta modificar leyes obsoletas, para que hombres y mujeres, de todas las edades, se puedan educar e incorporar a la vida productiva; el Ministerio de la Familia, es una excelente propuesta. Desde las alturas enviará los mensajes de que, con la familia unida, todo es posible; la esperanza y la fe fluyen; la carga es más liviana.

De la misión de este ministerio se desprenderán múltiples objetivos: unir el núcleo familiar, por los mismos valores, intenciones y oportunidades; contribuir a su mejor educación; trabajar por una sociedad más justa, equilibrada y humana; desarrollar el espíritu de trabajo en equipo para combatir males, vicios, delincuencia; enseñar a tener iniciativas privadas.

Indiscutiblemente, los problemas sociales deben combatirse, facilitando la preparación y participación de hombres y mujeres, de todas las edades, para que, con igualdad de oportunidades, aprendan y se beneficien; de ahí la importancia de un Ministerio de la Familia, que cual hogar, sea una fuente que facilite orientación, luces, recursos, aprendizaje, para todos sus miembros.