Para describir a Miley Cyrus (Tennessee, 1992) los periodistas y críticos de música suelen coincidir en la misma palabra: camaleónica.
A sus 30 años, la también actriz ha pasado por cambios físicos, musicales y personales tan significativos que es comparada con astros como David Bowie y Madonna.
Al igual que ellos, la intérprete de Party in the USA ha logrado mantener su calidad musical con los años, aún cuando no todos sus discos han sido un éxito.
Ha pasado de ser una estrella infantil y juvenil a una figura polarizante en el mundo del espectáculo, protagonizando escándalos que involucraron críticas por apropiación cultural e hipersexualización.
Además del pop, exploró géneros como el hip hop y el country, y más recientemente, con su álbum Plastic Heart, se asentó como un prodigio del rock.
En las últimas semanas Miley ha regresado a las listas musicales, con su sencillo Flowers, que llegó a lo más alto de la lista Billboard Hot 100, prácticamente una década después de su aclamado éxito Wrecking Ball.
En este alegre himno, con ecos de I Will Survive de Gloria Gaynor, canta: Puedo bailar conmigo misma / puedo sostener mi propia mano / Sí, me puedo amar mejor de lo que podrías tú.
«Cyrus y la sutileza no siempre han ido de la mano (literalmente se montó en una bola de demolición en el video de Wrecking Ball, que encabezó las listas de éxitos en 2013), peroFlowers se destaca por su moderación vocal y musical«, opina sobre este sencillo el crítico de BBC Cultura Nick Levine.
La canción, precisamente, es parte de un nuevo disco que ha publicado la también actriz este viernes, titulado Endless Summer Vacation.
En tan solo horas, la crítica no solo ha elogiado la producción, sino que también la califican como un hito de su carrera. «Es otra etapa imperial para la cantante», señala el propio Levine.
Y en ese contexto, en el que Miley asciende a la cima de la cultura pop, hacemos un breve repaso de su transformación.
Abandonar a Hannah Montana
Miley, hija del cantante de country Billy Ray Cyrus, lanzó su carrera hace 17 años, cuando interpretó a una estrella pop ficticia en la serie de Disney Hannah Montana. Muchos recuerdan los éxitos de aquel personaje que, con una peluca rubia falsa, enamoró al público con temas como The Climb.
Desde entonces, ha lanzado ocho discos en los que abarca diversos géneros como el pop-rock, R&B, folk pop y hasta country reflexivo. Algunos más comentados y controversiales que otros, como Bangerz, cuyo lanzamiento marcó para siempre la imagen de la artista.
ConBangerz, del que forma parte Wrecking Ball, Miley quiso romper por completo con la imagen Disney.
En él también incluye el sencillo We can´t stop, en el que canta a la libertad y hace una apología de las drogas: Bailando con Molly / Haciendo lo que nos dé la gana / esta es nuestra casa / estas son nuestras reglas.
Y, precisamente, la interpretación en vivo que hizo de esta melodía en los MTV Músic Awards en 2013 fue lo que cambió la percepción sobre ella para siempre.
Apareció en el escenario con ropa pegada al cuerpo, mientras que, con un dedo de felpa señalaba sus partes íntimas, al tiempo que bailaba pegada a sus bailarinas y hasta hizo twerking con el también cantante Robin Thicke.
Las críticas
Con la publicación de Bangerz, Cyrus también atrajo una variedad de críticas.
Le señalaban por haber incluido aspectos de la cultura negra para acentuar su nueva imagen más atrevida.
En particular, por su exuberante utilización del twerking, una forma de baile que se originó entre afroestadounidenses en la década de 1980 en Nueva Orleans, y por rodearse en sus videos musicales por mujeres de color.
«Es alucinante para mí que incluso hubiera una controversia sobre mí por contar con bailarines negros», le dijo Cyrus a Billboard cuando se le preguntó sobre esta polémica en 2017.
La lucha contra el alcohol y su consolidación como cantante
Como les ha ocurrido a tantos otros famosos jóvenes, Miley ha peleado con las drogas desde una temprana edad.
Comenzó a usar estas sustancias cuando todavía frecuentaba el set de Hannah Montana y, en diversas entrevistas, ha reconocido que ha consumido cocaína. Luego del estreno de Bangerz, la cantante solía defender públicamente el uso de marihuana y decía que era menos dañina que el alcohol.
Su uso de drogas fue un tema también muy sonado cuando en el 2019 se separó del también actor Liam Hemsworth.
Pero en junio de 2020, Miley declaró que había comenzado una vida «saludable» y que estaba «sobria» luego de haber sido sometida a una operación de sus cuerdas vocales.
«Ha sido muy importante para mí durante el último año vivir un estilo de vida sobrio, porque realmente quería pulir mi oficio», le comentó a la revista Variety.
En noviembre de ese mismo año admitió que había tenido una «recaída» durante la pandemia, pero que había comenzado nuevamente a abandonar el consumo de alcohol y drogas.
Todas estas experiencias, en definitiva, la han hecho madurar como artista, algo que se revela en su nuevo álbum, descrito por la revista Rolling Stone como su producción «más aguda», en la que dice «adiós a estas historias desordenadas» y «dice hola a nuevas oportunidades».
La revista Billboard afirma que en Endless Summer Vacation, Miley une los beats de trap de Bangerz, los guiños a la psicodelia de su disco Dead Petz y el robusto rock de Plastic Hearts.
Para Levine,16 años después de que se separarara de Hannah Montana, «no se puede negar que la cantante ha construido una identidad formidable como un verdadero camaleón musical. Cualquiera que sea la ruta por la que decida conducir de ahora en adelante, la gente le prestará atención».