*Por Lady Reyes/ Dilenni Bonilla
Cap Cana.-Bajo un cielo despejado y una brisa suave que anunciaba la llegada de diciembre, Cap Cana se convirtió en un lienzo de luces flotantes para celebrar su tradicional ‘Christmas Boat Parade’, un evento que ya forma parte del ADN festivo de la ciudad destino.
Desde las primeras horas de la tarde, familias completas, residentes, propietarios, huéspedes e invitados comenzaron a ocupar cada espacio alrededor de la Marina, logrando reunir a más de seis personas que vivieron una noche mágica.
Los niños correteaban en sus pasillos de luces abrazando a los personajes navideños, mientras los adultos buscaban el mejor ángulo para capturar, primero, las presentaciones artísticas en la plaza, y luego el desfile de los barcos que mostraban las más diversas decoraciones.
Unas 27 embarcaciones de distintas nacionalidades: americanas, puertorriqueñas, españolas, canadienses y dominicanas convirtieron la Marina de Cap Cana en un escenario mágico.

El agua, convertida en espejo, reflejaba un desfile de colores vibrantes que avanzaba al compás de música festiva.
Desde las barandillas y malecones, los asistentes vitoreaban y aplaudían la llegada de Santa, elfos, renos, soldaditos, cascanueces y más de 90 personajes, un espectáculo único.
Reír y bailar
En el lugar, los niños no paraban de reír y bailar, convirtiendo el escenario en ideal para la familia y a la vez consolidando el evento como parte esencial de la identidad cultural del destino, donde los asistentes disfrutaron de actividades para todas las edades, incluyendo cartas a Santa, música en vivo, bailes, coro navideño, carrusel, pintacaritas y ‘photobooth’.
Para esta edición 2025, se estimó la asistencia de más de 6,000 personas, convirtiéndose nuevamente en uno de los encuentros públicos más concurridos y emblemáticos de este destino.

Al cierre del desfile, cuando las últimas embarcaciones se perdieron entre los aplausos, el cielo de Cap Cana se transformó en un escenario imponente: un espectáculo de drones dibujó figuras y mensajes luminosos que flotaban sobre la Marina, seguido por una secuencia de fuegos artificiales que estallaron en colores vibrantes.
Durante varios minutos, el público permaneció inmóvil, con los rostros iluminados por destellos dorados y plateados que parecían bailar al ritmo de la música navideña, una despedida brillante que coronó la noche y dejó a sus miles de asistentes con la sensación de haber presenciado un momento verdaderamente mágico.

Logística
— Engranaje gigante
Detrás de la magia, hubo un engranaje gigante funcionando. La edición número 9 del evento movilizó a 1,087 colaboradores, quienes desde semanas antes trabajaron en logística, producción, escenografía, seguridad y coordinación marina.
Emociones
—1— Visitantes
La Marina, uno de los espacios más emblemáticos de Cap Cana, lucía viva, organizada y preparada para recibir a miles de visitantes.
—2— De postal
La escena parecía salida de una postal: el espíritu navideño navegando, literalmente, frente a todos.
—3— Fiesta de todos
Cap Cana no sólo dio la bienvenida a la Navidad, la hizo navegar, brillar y sentirse como una fiesta de todos.