Managua.- Miles de sandinistas salieron hoy una vez más a las calles de Managua para manifestar su apoyo al presidente Daniel Ortega y demandar justicia para las «198 víctimas del terrorismo golpista”, en referencia a quienes protestan contra el Gobierno de Nicaragua desde el pasado 18 de abril.
A pie, en motocicletas y en vehículos, miles de simpatizantes del mandatario, entre ellos empleados públicos y miembros de la Juventud Sandinista, marcharon desde la Plaza de las Victorias hasta la Avenida de Bolívar a Chávez, en un recorrido de unos cuatro kilómetros.
Durante esa caminata, convocada por el Gobierno para exigir justicia y reparación de daños para las víctimas que ha dejado la crisis que atraviesa el país desde hace más de cuatro meses, los sandinistas expresaron su respaldo a Ortega en medio de música revolucionaria y cargando, en su mayoría, banderas del partido sandinista.
La caminata también fue para saludar y conmemorar el 39 aniversario de la Juventud Sandinista, el brazo juvenil del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), y el 38 aniversario de la Cruzada Nacional de Alfabetización.
“Estamos aquí en respaldo de nuestro comandante Daniel Ortega y para exigir justicia por el terrorismo golpista”, dijo a periodistas el coordinador de la Juventud Sandinista, Milton Ruiz. “Ellos cometieron esos crímenes, que paguen por ellos”, agregó.
Desde abril pasado, Nicaragua atraviesa una crisis sociopolítica que ha dejado entre 322 y 448 muertos, según organismos humanitarios internacionales y locales, mientras el Gobierno reconoce 198 fallecidos y denuncia un intento de golpe de Estado.
El Ejecutivo sostiene que ha logrado superar “el intento de golpe de Estado, gracias a acciones coordinadas Gobierno-pueblo”, y que ha entrado “en un momento de hacer justicia y reparación de las 198 víctimas del terrorismo golpista».
Este viernes, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) elevó a 322 la cifra de fallecidos durante las protestas, de los que la mayoría, afirma, perdió la vida “como resultado de la acción estatal».
Las manifestaciones contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron el 18 de abril pasado por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción.