Madrid, España.- La apertura propiciada por Mijail Gorbachov, expresidente de la URSS fallecido este martes, tuvo también su deriva deportiva y contribuyó decisivamente a poner fin a la etapa de los boicots olímpicos y a que los Juegos de Seúl’88 se disputasen de nuevo con una participación universal.
Tras el boicot de Estados Unidos a los Juegos de Moscú’80 y el de la URSS y sus aliados a Los Ángeles’84, los contactos entre Gorbachov y el presidente estadounidense Ronald Reagan propiciaron la vuelta a la normalidad y la reunión bajo el paraguas de los cinco aros de los mejores atletas del mundo.
Juan Antonio Samaranch, presidente del COI, fue testigo esperanzado y discreto animador de aquel acercamiento entre las dos grandes potencias mundiales, también en la esfera deportiva.
“Siempre estoy preocupado, pero convencido de que Seul’88 será un éxito, al que contribuirá el ambiente político que respira el mundo hoy tras los contactos entre el presidente Reagan y el líder soviético Gorbachov, que han ayudado mucho a crear un clima de paz favorable a la celebración de la mayor fiesta mundial”, aseguró Samaranch en 1988.
*Por Natalia Arriaga