Santo Domingo.- El director general de Desarrollo Fronterizo, Miguel Bejarán solicitó hoy a los titulares del Ministerio de Agricultura, del Indrhi y del Inapa declarar en estado de emergencia la región Noroeste del país por las pérdidas generadas al sector agropecuario.
Bejarán hizo la solicitud a raíz del prolongado período de sequía que ha limitado la producción agrícola y ganadera a su mínima expresión, así como consecuencia de los efectos del Cambio Climático los períodos de sequía se recrudecerán.
Por este motivo entiende que como respuesta a esta situación y en auxilio de los productores agrícolas y ganaderos “desde el gobierno debemos articular un plan para almacenar la mayor cantidad de agua posible, la cual pueda cumplir con su doble propósito; de irrigar la tierra y alimentar los acuíferos, que son en última instancia la garantía para suplir del preciado líquido en los casos más extremos”, manifestó.
El titular de Desarrollo Fronterizo propuso además, el aprovechamiento de esta calamitosa situación para realizar las obras que permitan disminuir la gravedad de éstos eventos climáticos.
Formuló la construcción de reservorios, pequeñas presas y pozos de infiltración, a desarrollarse en las márgenes de los ríos, cauces y cañadas, así como también, en las laderas que bordean las cadenas montañosas de las Cordilleras Central y Septentrional.
El funcionario planteó que la DGDF dispone de los equipos y maquinarias pesadas capaces de realizar las soluciones planteadas al más bajo costo posible, así como también, del personal con la experiencia y la capacidad para llevarlo a cabo.
De igual forma propuso, que el ministerio de Agricultura, el IAD, Desarrollo Fronterizo, el Indrhi y otras entidades del gobierno vinculadas al sector implementen un programa que contemple la preparación de tierra, limpieza de canales y drenajes, reparación de caminos, entrega de semillas y de insumos, como forma de compensar los daños sufridos.
El funcionario llamó a autoridades y productores a estar vigilante en el manejo de esta crisis, porque según evaluaciones de los expertos, las pérdidas estimadas sobrepasan los 400 millones, con proyección a agudizarse si persiste la ausencia de lluvia en la región.