De entrada me disculpo por el atrevimiento de contradecir a un genio de la talla de Gabriel García Márquez, quien equivocadamente sentenció que: “cuando la mierda tenga valor, los pobres nacerán sin culo” (El Otoño del patriarca). Falso.
Resulta, mi querido Gabo, que –salvo algunos casos– los pobres aún nacen con ano, pese a que ahora las heces humanas sí tienen valor, dicen que hasta micropartículas de oro tienen. Es más, tienen un banco especial.
Sí, usted ha leído bien: el pestilente desecho humano cuenta ya con un banco, y no está en Bolivia o Haití, sino en Suiza. Definitivamente no es un banco cualquiera.
Se trata de uno muy importante, el Banco Global de Heces Humanas, (conste que estoy hablando con datos disponibles).
Es una propuesta de varios científicos preocupados por el peligro de extinción de diferentes especies de bacterias. Y según un reporte de la BBC, los investigadores entienden que la mejor manera de preservar las muestras de heces recogidas en diversas partes del mundo es depositar estos y otros materiales biológicos en una gran bóveda ubicada en Suiza.
Los investigadores, entre los cuales hay de importantes universidades de varias partes del mundo, argumentan que este esfuerzo es fundamental para comprender mejor el papel que muchos de estos seres vivos juegan en nuestra salud.
Un banco nada comercial, pero muy importante para la medicina, ya que podrá ayudar a que en un futuro no muy lejano se pueda avanzar de manera firme en nuevos tratamientos para enfermedades crónicas no transmisibles, como la obesidad y el asma.
Microbiota Vault (bóveda de microbiota) aún está en fase piloto y se inspiró en un banco de semillas, que existe desde hace años.
Se estima que la microbiota intestinal humana está compuesta por 100 billones de seres vivos, que son esenciales de manera fundamental para el control de la salud. El problema es que tan estimada flora intestinal está disminuyendo aceleradamente debido a factores como los antibióticos, la dieta, estilo de vida, partos por cesáreas, etc.
De modo que los científicos tienen prisa en comenzar a recibir los depósitos de heces humanas.
Y pensar que aquí la gente –en especial algunos políticos– desperdician este material tan potencialmente valioso.
Conozco algunos que serían clientes VIP del nuevo banco suizo si se pudiera pesar toda la descomposición que sale de sus bocas, cuando hablan. Y de lo que piensan, cuando están en silencio, ni hablar.
Ni el genio colombiano se hubiera imaginado que en Suiza hay una bóveda concebida para un uso tan singular, que recibe depósitos de excrementos; y que esa idea en desarrollo podría representar la esperanza para la salud futura de la humanidad y del planeta mismo, como afirma Domínguez-Bello, uno de los científicos involucrados en el proyecto.
Así es que no se moleste ni lo tome de manera muy personal cuando alguien pretenda burlarse y lo mande a la mierda o le diga que usted es una mierda. Ahora la materia fecal tiene otro valor. Significa que es muy importante, si no que les pregunten a los científicos.
Ya lo saben: ¡mierda para el banco!