Michigan o la NBA, el dilema que divide a Yaxel Lendeborg
En el escenario del NBA Draft Combine, donde los sueños se miden en centímetros, velocidad y visión de juego, un nombre comienza a resonar con fuerza: Yaxel Lendeborg.
El ala-pívot de 2,06 metros, recientemente comprometido con Michigan a través del portal de transferencias, está dejando una impresión difícil de ignorar. Su combinación de potencia, versatilidad y presencia en ambos extremos de la cancha ha hecho que los rumores se disparen: podría colarse entre los 40 mejores del draft… e incluso irrumpir en la primera ronda.
Pero mientras las luces del profesionalismo lo seducen con promesas de grandeza, Lendeborg enfrenta una decisión tan crucial como desgarradora. “Sé que dije 60-40 a favor de Michigan, pero todo este proceso me está abriendo los ojos”, confesó recientemente, revelando el dilema que lo mantiene dividido entre su compromiso universitario y el salto al siguiente nivel.
La bestia dominicana, Yaxel Lendeborg, recibió un pase en el poste y dejó su huella 🇩🇴😤
— NBA Latam (@NBALatam) May 15, 2025
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Fuentes cercanas al jugador indican que está en busca de una “garantía firme” por parte de alguna franquicia de la NBA para mantenerse en el draft. De no recibir esa seguridad, el retorno al baloncesto colegial, enfundado en los colores azul y amarillo de los Wolverines, cobra cada vez más sentido.
Para Michigan, su llegada significaría más que un refuerzo de lujo: sería una declaración de intenciones. Bajo la dirección de un equipo técnico ambicioso y con un plantel revitalizado por el portal, los Wolverines se preparan para una temporada 2025-26 en la que el campeonato ya no parece un sueño lejano. Lendeborg está llamado a ocupar el vacío que dejará Danny Wolf, otra figura emergente del programa que también deslumbra en el combine, junto al prometedor Vlad Goldin.
La cuenta regresiva ha comenzado: el 28 de mayo es la fecha límite para que Lendeborg tome una decisión que podría cambiar el rumbo de su carrera… y el de toda una institución. Entre el rugido de la NBA y el clamor de Ann Arbor, el futuro de Yaxel pende de una elección tan estratégica como emocional.
Los ojos del baloncesto universitario —y profesional— están puestos sobre él.
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