Santo Domingo. — República Dominicana ha experimentado una transformación significativa en su lucha contra el narcotráfico, pasando de ser un país de tránsito para drogas a convertirse en un referente regional en interdicción y control de sustancias ilícitas.
Durante décadas, su ubicación geográfica la convirtió en un punto estratégico para el paso de narcóticos desde Sudamérica hacia Estados Unidos y Europa.
Según un reporte del diario estadounidense Miami Herald, la década pasada estuvo marcada por vuelos ilegales, lanchas rápidas y contenedores de carga utilizados por redes de tráfico que operaban con relativa impunidad. El país fue identificado como un centro de lavado de activos y un puerto seguro para el tráfico de drogas, con injerencia de actores políticos y corrupción en diferentes niveles.
La publicación bajo la firma del periodista Antonio María Delgado indica que el cambio comenzó en 2020 con la implementación de una serie de reformas bajo la administración del presidente Luis Abinader.
Entre estas, se destaca el fortalecimiento de la independencia del Ministerio Público, la designación de una procuradora general autónoma y el nombramiento de un contralmirante al frente de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD).
El informe sostiene, además, que estas acciones permitieron que casos antes considerados intocables fueran investigados y procesados. Como resultado de estas reformas, las autoridades dominicanas lograron triplicar las incautaciones de drogas entre 2020 y 2025.
Agrega que se han desmantelado redes de tráfico que operaban con impunidad, se modernizaron los sistemas legales y de vigilancia, y se fortaleció la cooperación con Estados Unidos y otros países. De igual forma, agrega que, según datos oficiales, más de 227 toneladas de narcóticos fueron incautadas en este período, incluyendo más de 67 toneladas en operaciones conjuntas internacionales.
De modo que, la profesionalización de la DNCD incluyó la contratación de 758 nuevos agentes y la mejora en la coordinación con agencias estadounidenses, lo que ha resultado en la casi erradicación de vuelos y lanchas rápidas que antes transportaban drogas con facilidad. Además, se ha incrementado la supervisión de los puertos y se han implementado sistemas de rastreo y control financiero para detectar flujos de dinero ilícito.
El informe también cita que uno de los logros más destacados es la cooperación internacional. La República Dominicana se encuentra entre los países que más extraditan fugitivos hacia Estados Unidos, con más de 200 extradiciones desde 2020, y mantiene un flujo constante de colaboración con la DEA y la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos del Departamento de Estado estadounidense.
Asimismo, señala que el país también se ha preparado para nuevos desafíos, como el fentanilo y otras drogas sintéticas, creando la primera Unidad de Drogas Sintéticas del Caribe y fortaleciendo el control de precursores químicos, incluyendo la regulación de operaciones en criptomonedas y la dark web. La vigilancia marítima y aérea se ha ampliado, y se entrenan regularmente equipos conjuntos con agencias internacionales.
Pese a los avances, las autoridades dominicanas reconocen que el progreso es frágil y requiere sostenibilidad.
Por tanto, para Miami Herald, la independencia institucional, la transparencia y la vigilancia constante son claves para mantener los logros alcanzados y prevenir la aparición de nuevas rutas de tráfico o la infiltración de drogas sintéticas. Sin embargo, según funcionarios consultados por ese diario, "el trabajo nunca termina", y la consolidación de República Dominicana como líder en interdicción depende de la continuidad de estas políticas y de la cooperación internacional.
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Katherine Espino
Katherine Nicole Espino Cuevas. Periodista, locutora profesional y CMM. Máster en Comunicación Política Avanzada por Next Educación (Madrid). Amante de la escritura bien hecha, las historias con sentido humano y las causas sociales. Creo en la comunicación con propósito, en los valores y en...
