Twitter me encanta. Aun con troles, añépidos y cacoerrolas fuñendo el parto. Así como analfabetas e ignorantes, malucos y truhanes, y resentidos e indignados forman sus propias claques para dibujar una surrealista idea de la realidad cibernética, ingeniosos e inteligentes tuiteros aligeran el debate en esta plaza pública digital que han venido a ser las redes sociales.
En especial disfruto algunas cuentas parodia y de ellas la de @VinvínSenador es una de mis favoritas. Ayer, por ejemplo, tras una ausencia notable desde octubre, resucitó diciendo: “Alejandro cuervo, ¡nos traicionaste! Leonel te iba a nombrar ministro, pero ahora ¡tendrás suerte si no te encarcelamos!”.
Claramente este Vinvincito no es el auténtico, aunque se refiera a Alejandro Fernández y su brinquito político declarándose por Abinader. En serio, Luis gana muchísimo con reclutar tres renombrados economistas que añaden credibilidad a su deslucido equipo.
Es refrescante ver planteadas paradójicas realidades políticas o sociales, con inteligencia y buen humor, sin insultos ni bajezas, que por más serias que luzcan, solo dan muchísima risa. ¡Viva este “Vinvincito”!